Pedro Elías Ureña Ovalles
El 1er. Vicepresidente de la Asociación Nacional de Empresas e Industrias Herrera (ANEIH), Pedro Elías Ureña Ovalles, posee una licenciatura en Administración de Empresas con concentración en Mercadeo en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra en Santiago, perteneciendo a la promoción de egresados del 1970. Mientras cursaba estudios en la PUCMM tuvo la oportunidad de participar en la misma universidad en el Proyecto de la Falcombridge Dominicana cuyo propósito consistía en medir el impacto social y económico que tendría esa gran inversión en un pueblo como Bonao en los finales de la década de los 60.
Siendo esta, una gran experiencia de investigación social y económica, además de un gran esfuerzo personal al tener que compartir sus obligaciones de estudio y largas jornadas de trabajo en dicho proyecto.
Concluido sus trabajos en el proyecto de la PUCMM continuó trabajando en el sector de empresas privadas, siendo su experiencia más gratificante y que le permitió mayor desarrollo, fue él haber ingresado en lo que hoy conforma el Grupo Alvares Rivas, estuvo durante 15 años escalando diversas posiciones hasta ocupar la posición de Director Comercial.
Luego de su salida en el año 1988 se convirtió en fundador de Petroquímicos Automotrices, SRL y en el 1998 de Refricentro Los Prados, SRL; empresas que continúa dirigiendo.
Durante sus años como empleado del sector privado y en sus propias empresas participa en diversas capacitaciones en áreas de Alta Gerencia, Gestión Financiera, Económica, Gestión Humana, Mercadeo y Ventas, Gestión de Créditos y Cobros, entre otras áreas.
Tiene dos hijos, ambos laboran en las empresas, y tienen sus respectivas familias con hijos, que son nietos y una fuente de amor y energía para Don Pedro y su esposa Isabelita Salcedo.
Pedro, nació en San Víctor, Moca, hijo de una familia de comerciantes de dos hijos varones en la que compartía sus obligaciones de estudio con las de trabajo en la actividad comercial de la familia, desde muy temprana edad tenía que ayudar en las labores de los negocios de la familia. Estando en la secundaria también laboró como empleado. Esta experiencia formada desde muy pequeño es a lo que le atribuye su vocación y dedicación comercial la cual está desempeñando hasta la fecha.
Pero lo más valioso de haber participado en la vida comercial desde pequeño es que tuvo la oportunidad de desarrollar las aptitudes de esfuerzo y dedicación al trabajo.