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PIB 2017: HECTOR a pesar de Irma y María

PIB 2017: HECTOR a pesar de Irma y María

PIB 2017: HECTOR a pesar de Irma y María

Ya es oficial, y lo acaba de anunciar el gobernador del Banco Central (BCRD), Lic. Héctor Valdez Albizu, la economía dominicana ha logrado cerrar 2017 con una tasa de crecimiento del 4.6%, muy ligeramente por encima de nuestra última proyección (rango comprendido entre +4.3% y +4.5%). Este positivo resultado ha sido posible gracias al excelente desempeño de la economía en la recta final del 2017 con crecimientos mensuales de +6.9% en noviembre y +7.4% en diciembre.

Por supuesto habrá de analizar más en detalles las estadísticas definitivas cuando se den a conocer, especialmente para entender mejor el comportamiento a nivel sectorial.

Con este nivel de crecimiento, el PIB de 2017 crece sensiblemente por debajo del 2016 (+6.6%), y algo por debajo de la meta inicialmente plasmada en la ley de Presupuesto de Ingresos y Gastos de 2017 (+5.5%).

Dentro de los principales causantes de esta ralentización relativa de la tasa de crecimiento, cabe mencionar:

  1. El fuerte incremento de los precios del petróleo, y su impacto restrictivo en el nivel de consumo; en promedio, el barril de crudo (referencia West Texas Intermediate o WTI) ha pasado de US$43.15 (promedio 2016) a US$50.83 (promedio 2017), o sea un incremento promedio del 17.8%;
  2. La pusilanimidad y los atrasos en la ejecución de la inversión pública, especialmente durante el 1er semestre 2017, cuando el gobierno central apenas había invertido RD$35,031.0 millones (excluyendo RD$11,481.6 millones por concepto de transferencias a la CDEEE), o sea apenas el 37.3% de la inversión programada para todo 2017 (RD$94,036.6 millones excluyendo CDEEE); es interesante observar que en 2016, el gobierno central había concentrado un 51.2% de la ejecución de gastos de capital durante el mismo 1er semestre; y, finalmente,
  3. Las tormentas IRMA y MARIA que, de acuerdo con el Banco Central, habrán costado alrededor de un punto de crecimiento del PIB;

Por otro lado, al contrario, han servido como elementos compensatorios de los factores negativos descritos anteriormente:

  1. El excelente desempeño de la economía estadounidense, y más especialmente a partir del 2do trimestre 2017, con un impacto muy directo sobre: las remesas, que crecieron +12.4% en 2017 al pasar de US$5,260.8 millones (2016) a US$5,911.8 millones (2017); y, las exportaciones de las zonas francas dominicanas que crecen +3.5% en valor al pasar de US$5,503.9 millones (2016) a US$5,694.7 millones (2017) al pesar del desplome registrado en septiembre debido a IRMA y MARIA;
  2. Las medidas monetarias para: disminuir las tasas de interés, de hecho, la tasa activa promedio reportada por el BCRD cerró diciembre 2017 en 11.15% vs. 14.46% en diciembre 2016; y, bajar el encaje legal y redinamizar la economía mediante la inyección y liberación de RD$20,359.0 millones entre julio y diciembre;

 

Para 2018, el gobernador del BCRD sigue pronosticando un crecimiento del 5.5% del PIB, vs. solamente +5.0% en el Presupuesto de Ingresos y Gastos aprobado para 2018.

En cuanto a divisas, el BCRD ha confirmado que la devaluación del RD$ se mantenía “controlada” y cerraba 2017 en apenas 3.3%, un poco por encima del ritmo de devaluación registrada en 2016 (+2.5%) cerrando el dólar de los Estados Unidos en RD$48.35 (según la tasa semanal usada por el Ministerio de Industria y Comercio) vs. RD$46.76 al cierre de diciembre 2016.

Si bien el incremento de los precios del petróleo habrá tenido un impacto muy negativo sobre la factura petrolera (por cada US$ que sube el precio promedio del barril, la factura petrolera de la República Dominicana se incrementa en unos US$62 millones), el fuerte crecimiento del 10.5% en la generación de divisas (que pasa de US$24,266.7 millones en 2016 a US$26,780.0 millones) ha asegurado una relativa tranquilidad en el mercado de divisas.

Ahora bien, es importante señalar que el valor relativo del dólar ha estado disminuyendo muy significativamente en 2017, como consecuencia de las intenciones del presidente Donald Trump, haciendo que el EURO pasara de US$1.0504 (cierre de 2016) a US$1.2018 (cierre de 2017) equivalente a una depreciación del billete verde en un 14.41% frente a la divisa europea, por lo que el peso dominicano ha sufrido una importante devaluación del 18.28% frente al EURO cuya cotización se ha disparado de RD$49.12 (12-2016) a RD$58.10 (12-2017).

La proyección de devaluación para 2018 se mantiene en los parámetros actuales, con lo que se puede esperar que el US$ cierre ligeramente por debajo de los RD$50.00, y en cualquier caso por debajo de la proyección del Presupuesto 2018 que proyectaba una tasa de RD$51.05 al cierre de 2018; en estas condiciones, asumiendo un valor de US$1.25/EURO al cierre de 2018, el EURO cerraría 2018 en RD$62.50, o sea +7.6% en comparación con los RD$58.10 al cierre de 2017.

En cuanto a inflación, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Banco Central cierra 2017 a un nivel relativamente alto (+4.20%), aunque siempre dentro del rango-meta que tenía el BCRD; sin embargo, hay que destacar que los precios de los alimentos siguen subiendo más rápidamente que la tasa del IPC general: los alimentos subieron +5.88% en 2017, y peor, si tomamos como referencia 12-2010 (fecha cuando se crean las nuevas canastas de bienes y servicios), los alimentos habrán subido en 40.96% mientras el IPC subía solamente 28.14%.

El mismo gobernador del BCRD entiende que la percepción de que el crecimiento no le ha llegado al “ciudadano de a pie” se debe principalmente a este factor combinado con salarios todavía muy bajos. De hecho, y de acuerdo con las estadísticas oficiales del BCRD por quintiles de ingresos, la inflación ha afectado mucho más al Quintil 1 (los hogares más pobres) con +31.87% acumulado de 2010 a 2017, mientras la inflación del Quintil 5 (los hogares menos vulnerables) fue de solamente +25.64%.

La proyección de inflación para 2018 se mantiene alrededor del 4.0%, sin embargo, habrá de monitorear de cerca: la evolución de los precios de los combustibles de mantenerse el petróleo arriba de US$60/barril; y los precios de los alimentos en caso de que se produzcan nuevos fenómenos meteorológicos durante la temida temporada de huracanes.

En resumidas cuentas, el cierre de 2017 fue mucho mejor de lo esperado, y sin duda alguna, las acertadas medidas monetarias de la Junta Monetaria y del Banco Central habrán contribuido fuertemente a este positivo resultado.

Ahora bien, la agenda de reformas estructurales contemplada en la Estrategia nacional de Desarrollo (END) sigue estancada, impidiendo que este sólido crecimiento a nivel macro se pueda traducir en sostenibles mejoras del nivel de vida de las grandes mayorías que no se sienten incluidas en este progreso económico.

Quisiéramos apostar que el “big bang” tributario en los Estado Unidos nos obligue a acelerar la imperiosa revisión y simplificación del andamiaje fiscal de la República Dominicana.

¡Cuando veas el Código Tributario del Tío Sam arder, pon el tuyo en remojo!

 

Henri HEBRARD
Asesor Económico
Tel: 809 862 64 23
Correo: h.hebrard@henrihebrard.com
Twitter: @HebrardH