El presidente de la entidad, Antonio Taveras Guzmán, consideró, no obstante, que el plan de vender una parte de la termoeléctrica es una decisión soberana que podría ser positiva, pero señaló que antes de esa operación se requiere una auditoría profunda a la obra y la determinación de su real valor de mercado.
SANTO DOMINGO, República Dominicana. El presidente de la Asociación de Empresas Industriales de Herrera y Provincia Santo Domingo, INC. -ANEIH- consideró “sorprendente” el interés del Gobierno de vender US$1,000 millones en participación en la termoeléctrica Punta Catalina antes de la conclusión del proyecto de generación.
El empresario Antonio Taveras Guzmán se pronunció en esos términos partiendo de que hace apenas dos meses, en una reunión con empresarios, influyentes funcionarios habían señalado que el Gobierno disponía de los recursos que requería este año el avance de la central eléctrica
El dirigente empresarial recordó que en ese mismo escenario se dijo que para terminar la obra faltaban solamente US$500 millones que ya estaban identificados. Señaló que los funcionarios del Gobierno respondieron de esa manera cuando algunos empresarios le hicieron una propuesta en firme de adquirir el 49% de las acciones de Punta Catalina.
“A pesar de este anuncio de venta, no creemos que será fácil para el Gobierno encontrar inversionistas en un proyecto cuyo costo real es el secreto mejor guardado”, manifestó Taveras Guzmán, quien consideró que el Pacto Eléctrico sería el mejor escenario para discutir y analizar la venta del proyecto termoeléctrico.
Sostuvo que ni siquiera los actores que participan en el Pacto Eléctrico conocen totalmente el proyecto Punta Catalina, sus costos, los procedimientos para su construcción, el manejo presupuestal ni la procedencia de los fondos con que se financia la obra.
“Esto ocurre a pesar de que estas informaciones han sido una constante exigencia por parte del sector privado presente en el Consejo Económico y Social”, sostuvo el presidente de la ANEIH.
A juicio de Taveras Guzmán, constituye una especie de aventura pretender equilibrar el presupuesto del 2017 con esta posible ventas de acciones de Punta Catalina, ya que no hay bases firmes conocidas públicamente que pudieran asegurar esta operación.
Auditoría profunda
El presidente de la ANEIH indicó, no obstante, que el plan de vender una parte de Punta Catalina es una decisión soberana que podría ser positiva, pero señaló que antes de esa operación se requiere una auditoría profunda a la obra eléctrica.
“Una vez determinado cuánto se ha invertido y cuánto falta para terminarla, el Gobierno podría emitir bonos del Ministerio de Hacienda por la cantidad de recursos que falta para concluir la obra. Como paso siguiente, se debe hacer una licitación internacional para pasar la administración a una empresa con experiencia en el manejo de este tipo de proyecto”, propuso Taveras Guzmán.
Consideró que los adquirentes de los bonos de Hacienda podrían pasar a formar parte de los accionistas futuros de Punta Catalina.
El empresario indicó que, determinado su valor a través de una tasación y manejada por una empresa con experiencia, Punta Catalina deberá ser calificada por una agencia internacional, de forma que sea preparada para vender acciones en el mercado de valores con una amplia participación del público.