Discurso de nuestro presidente Sr. Antonio Taveras en
la Tertulia Liderazgo Empresarial
Saludos a todos los empresarios y empresarias que nos acompañan, así como, a los invitados e invitadas especiales y sobre todo damos calurosamente la bienvenida a los hijos e hijas que acompañan a sus padres en este evento.
Es un gran honor para nuestra Asociación de Empresas Industriales de Herrera y provincia de Santo Domingo y para mí en particular, que hayan aceptado esta invitación.
En este momento el país está inmerso en un proceso electoral y todo gira alrededor de este evento, sin embargo, hemos querido apartarnos de estos temas y descontaminarnos un poco de tantos bullicios, discursos vacios, carentes de propuestas y llenos de falsas promesas que solo denotan un amplio desconocimiento y una gran irresponsabilidad de la mayoría de nuestros actores políticos.
El liderazgo político no ha entendido los grandes desafíos y retos que nuestra economía, nuestra democracia, la sociedad y nuestro país enfrenta y de la urgencia y la profundidad de los cambios que necesitamos.
Perdón, ya empecé a desviar su atención del tema que nos convoca hoy, pero es el momento y a veces la rabia que nos producen las falsas posturas y sus discursos.
Como les decía, este aparte lo hacemos para escuchar a un hombre que desde el sector privado ha impactado al proyecto colectivo de nuestra sociedad paradigma y referente es lo que esta sociedad necesita y este hombre, sin ninguna duda, lo es.
Los proyectos privados deben estar siempre al servicio del proyecto colectivo de la sociedad, esto es así cuando, como empresario entendemos que nuestras responsabilidades no se limitan solo a nuestras empresas y negocios, sino que va más allá de éstos, no se quedan encerradas en nuestros negocios al término de la jornada de trabajo.
Hace unos días nuestro invitado orador de hoy, me decía que la última vez que en su larga vida viv una línea recta, fue en la clase de geometría en el octavo curso y que a partir de ahí la vida le había presentado siempre dos líneas paralelas: una representa la dura realidad cotidiana en que nos desenvolvemos y otra los ideales a los que aspiramos. Nuestra lucha permanente debe ser tratar de acercar lo más posible estas dos líneas.
Cuando como nación, como hombres y mujeres perdemos las perspectivas de los sueños y los ideales, entonces se pierde o se aleja una de estas líneas y empieza la derrota. Los hijos son nuestro principal proyecto de vida, el cual construimos diariamente con nuestros ejemplos de trabajo tesonero, con nuestras actuaciones y comportamiento cotidiano, a ellos les digo, siempre traten de conjugar estas dos líneas, nunca pierdan de vista que el trabajo duro, permanente y la perseverancia hasta la terquedad es la única manera que conozco de triunfar.
Ningún proyecto exitoso se nos da con facilidad, siempre desconfío de las cosas fáciles, de los negocios fáciles. En mi experiencia de vida y como empresario nunca he emprendido un proyecto que no haya nacido desde el ideal, desde los sueños, junto con el trabajo permanente e insistente, siempre con el corazón puesto en el cielo y los pies bastantes firmes sobre la tierra.
Muchas gracias.