Ron

La entidad empresarial afirma que ese estatus del producto dominicano no debe afectar la libre competencia imponiendo la voluntad del oligopolio o aplastando a  los pequeños productores de ron.

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La Asociación de Empresas Industriales de Herrera y Provincia Santo Domingo (ANEIH) favoreció el establecimiento de la “Denominación de Origen Ron Dominicano” (DO) dentro de parámetros legales y sin que sea afectada la libre competencia en el mercado ronero del país.

En ese sentido, el presidente de la organización empresarial, Antonio Taveras Guzmán, consideró atinado el reciente fallo de la Oficina Nacional de la Propiedad Industrial (ONAPI) en el que pide corregir el pliego presentado por las grandes empresas agrupadas en la Asociación Dominicana de Productores de Ron (Adopron) a fin de obtener  la DO para el producto.

“Entedemos que la decisión de ONAPI busca establecer un esquema justo para que, al ser aprobada, la Denominación de Origen del Ron Dominicano, no constituya una validación del oligopolio contra pequeños y medianos productores que representan el 10% del mercado”, sostuvo el dirigente empresarial.

Manifestó que en el proceso es necesario proceder sobre la base del equilibrio de los intereses tanto de Adopron, gremio de las grandes empresas, como de la Asociacion de Roneros Dominicanos (ARDO), compuesta por pequeños y medianos productores.

Taveras Guzmán objetó que los grandes productores roneros pretendan un Consejo Regulador de la Denominación de Origen constituido de manera exclusiva por Adopron, excluyendo las pequeñas y medianas empresas productoras de ron en el país, todas éstas de accionariado mayoritario dominicano.

Sostuvo que, en este aspecto, la única forma de asegurar equidad y justicia es que en el Consejo tengan presencia todas las empresas productoras de ron del país. “En esa instancia debe prevalecer el equilibrio, una representación democrática que no perjudique a un sector y favorezca a otro, sino que impulse con criterios de respeto a las leyes y al ordenamiento del mercado”, manifestó Taveras Guzmán.

Favoreció que se mantenga la mediación entre las partes del Ministerio de Industria y Comercio y Pymes (MIC), a fin de alcanzar una salida satisfactoria. El presidente de la ANEIH se adhirió a la posición de la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD) sobre la necesidad de cumplir requisitos indispensables como la caracterización de suelo y clima, la exclusividad de uso caña dominicana y la integración de un Consejo Regulador  equilibrado previo al otorgamiento de una Denominación de Origen Ron Dominicano.

AEIH auspicia diálogo económico

Desarrolla primera sesión de análisis con los economistas Miguel Ceara Hatton, Henri Hebrard y los comentarios de sus colegas Ernesto Selman,  Miguel Collado Di Franco, Pavel Isa Contreras y Antonio Ciriaco Cruz.

 SANTO DOMINGO, República Dominicana.-  La Asociación de Empresas Industriales de Herrera y Provincia Santo Domingo (ANEIH) inició un ejercicio de observación coyuntural de la economía para lanzar alertas, ayudar al entendimiento de los sectores productivos y presentar propuestas en busca de soluciones.

En ese marco, la organización empresarial desarrolló un primer diálogo, en el que se analizaron resultados y tendencias con reconocidos economistas del país, basado en el informe del Banco Central sobre el desempeño de las actividades económicas de 2017.

La actividad contó con las exposiciones de los economistas Miguel Ceara Hatton, Henri Hebrard y los comentarios de sus colegas Ernesto Selman,  Miguel Collado Di Franco, Pavel Isa Contreras y Antonio Ciriaco Cruz.

La ANEIH realizará este ejercicio para su directiva y la opinión pública en cada ocasión en que el Banco Central divulgue los resultados de la economía en los diferentes períodos del año, dijo el presidente de la entidad empresarial, Antonio Taveras Guzmán.

Al cierre del diálogo, el dirigente empresarial advirtió que si las élites políticas y económicas no asumen un compromiso a largo plazo para  implantar un nuevo modelo de desarrollo productivo, el país se quedará rezagado aun teniendo las condiciones para mantener una posición de liderazgo en la región.

Planteó un esfuerzo conjunto para lograr que los próximos pasos de la economía sean hacia el crecimiento orgánico basado en la producción, las exportaciones, las finanzas públicas sanas y la administración estatal bajo parámetros de pulcritud y credibilidad.

Taveras Guzmán pidió a las autoridades prestar oídos a las constantes advertencias de economistas sobre la peligrosa curva de endeudamiento y la velocidad de crecimiento del gasto público, su reducida calidad y una presión tributaria relativamente muy baja.

A juicio del presidente de la ANEIH, esa situación debería provocar cambios estructurales en la economía, transformaciones institucionales y una nueva visión de ejercicio del poder que tengan como eje el crecimiento y la distribución de sus frutos entre todos los ciudadanos.

“Un sector manufacturero perdiendo participación en la generación de riquezas, el crecimiento de las actividades informales, el aumento a alta velocidad del empleo público en un estado que no resiste una botella más, y un sector financiero que presta más fácil para consumo que para producción, son factores que debemos cambiar urgentemente”, dijo Taveras Guzmán.

La economía de RD se queda sin espacio para crecer sin hacer reformas

La economía de RD se queda sin espacio para crecer sin hacer reformas

Taveras Guzmán afirma que es insostenible el logro de tasas de crecimiento positivas del PIB mientras coexisten el descalabro de los ingresos de los trabajadores y una inflación que golpea a los ciudadanos menos pudientes.

 SANTO DOMINGO, República Dominicana.-  La Asociación de Empresas Industriales de Herrera y Provincia Santo Domingo (ANEIH) advirtió a las autoridades que hay poco espacio para seguir manteniendo a flote la economía con medidas de corto plazo y sin abocarse a reformas estructurales que permitan derramar el crecimiento hacia la gente.

El presidente de la organización empresarial, Antonio Taveras Guzmán, dijo que es insostenible el logro de tasas de crecimiento positivas del PIB mientras coexisten el descalabro de los ingresos de los trabajadores y una inflación que golpea a los ciudadanos menos pudientes, reflejándose especialmente en los precios de los alimentos que consumen.

El dirigente empresarial sostuvo que de 2010 a 2017 la inflación acumulada para los hogares más pobres fue de 31.87%, mientras que en los de mayores ingresos resultó de 25.64%, lo cual revela grandes distorsiones que llevan a la inequidad y que deben corregirse con reformas económicas e institucionales profundas.

“Si se toma como referencia el año 2010, cuando el Banco Central crea las nuevas canastas de bienes y servicios, la inflación en general habría experimentado un crecimiento acumulado de 28.14%, mientras los precios de los servicios de salud subieron 32.68%; alimentos y bebidas, 41.03% y educación, 62.50%, señaló.

El presidente de la ANEIH consideró que reformas tendentes a garantizar servicios públicos a los ciudadanos, reorganizar el mercado laboral para que el salario real sea adecuado y propiciar la competencia impulsando calidad y mejores precios en bienes y servicios, darán un giro positivo a la vida de los dominicanos.

Taveras Guzmán urgió también reformas a nivel fiscal y tributario que obliguen a mejorar la calidad del gasto público, eliminen la discrecionalidad, el clientelismo y el rentismo corrupto, y eleven al propio tiempo la capacidad de recaudación del Estado en forma equitativa, disminuyendo la dependencia del endeudamiento público.

Reiteró la necesidad de que las fuerzas económicas, sociales y políticas pacten un cambio de modelo productivo para superar la contradicción del crecimiento relativo del PIB mientras la pobreza y  la inequidad se profundizan, “creando serios riesgos para el futuro de la gobernabilidad.”

El líder empresarial señaló que 2018 representa una coyuntura particularmente especial para asumir los retos de una transformación del modelo productivo, debido a  la reforma fiscal en marcha en Estados Unidos, el riesgo de aumento del precio del petróleo y la creciente necesidad de financiamiento para cubrir el déficit.

En 2017 la actividad económica se salvó del descalabro gracias al estímulo monetario del Banco Central y al desempeño de la economía estadounidense, que permitió al país mejorar en recepción de remesas y exportaciones de zonas francas.

Manifestó que sin esos factores, uno exógeno y no controlado y el otro interno y de impacto positivo coyuntural, el Producto Interno Bruto (PIB) no se hubiese dinamizado en la recta final de 2017 para cerrar en 4.6%, aunque de todos modos quedó por debajo del crecimiento de 2016, que fue de 6.6%.

PIB 2017: HECTOR a pesar de Irma y María

Ya es oficial, y lo acaba de anunciar el gobernador del Banco Central (BCRD), Lic. Héctor Valdez Albizu, la economía dominicana ha logrado cerrar 2017 con una tasa de crecimiento del 4.6%, muy ligeramente por encima de nuestra última proyección (rango comprendido entre +4.3% y +4.5%). Este positivo resultado ha sido posible gracias al excelente desempeño de la economía en la recta final del 2017 con crecimientos mensuales de +6.9% en noviembre y +7.4% en diciembre.

Por supuesto habrá de analizar más en detalles las estadísticas definitivas cuando se den a conocer, especialmente para entender mejor el comportamiento a nivel sectorial.

Con este nivel de crecimiento, el PIB de 2017 crece sensiblemente por debajo del 2016 (+6.6%), y algo por debajo de la meta inicialmente plasmada en la ley de Presupuesto de Ingresos y Gastos de 2017 (+5.5%).

Dentro de los principales causantes de esta ralentización relativa de la tasa de crecimiento, cabe mencionar:

  1. El fuerte incremento de los precios del petróleo, y su impacto restrictivo en el nivel de consumo; en promedio, el barril de crudo (referencia West Texas Intermediate o WTI) ha pasado de US$43.15 (promedio 2016) a US$50.83 (promedio 2017), o sea un incremento promedio del 17.8%;
  2. La pusilanimidad y los atrasos en la ejecución de la inversión pública, especialmente durante el 1er semestre 2017, cuando el gobierno central apenas había invertido RD$35,031.0 millones (excluyendo RD$11,481.6 millones por concepto de transferencias a la CDEEE), o sea apenas el 37.3% de la inversión programada para todo 2017 (RD$94,036.6 millones excluyendo CDEEE); es interesante observar que en 2016, el gobierno central había concentrado un 51.2% de la ejecución de gastos de capital durante el mismo 1er semestre; y, finalmente,
  3. Las tormentas IRMA y MARIA que, de acuerdo con el Banco Central, habrán costado alrededor de un punto de crecimiento del PIB;

Por otro lado, al contrario, han servido como elementos compensatorios de los factores negativos descritos anteriormente:

  1. El excelente desempeño de la economía estadounidense, y más especialmente a partir del 2do trimestre 2017, con un impacto muy directo sobre: las remesas, que crecieron +12.4% en 2017 al pasar de US$5,260.8 millones (2016) a US$5,911.8 millones (2017); y, las exportaciones de las zonas francas dominicanas que crecen +3.5% en valor al pasar de US$5,503.9 millones (2016) a US$5,694.7 millones (2017) al pesar del desplome registrado en septiembre debido a IRMA y MARIA;
  2. Las medidas monetarias para: disminuir las tasas de interés, de hecho, la tasa activa promedio reportada por el BCRD cerró diciembre 2017 en 11.15% vs. 14.46% en diciembre 2016; y, bajar el encaje legal y redinamizar la economía mediante la inyección y liberación de RD$20,359.0 millones entre julio y diciembre;

 

Para 2018, el gobernador del BCRD sigue pronosticando un crecimiento del 5.5% del PIB, vs. solamente +5.0% en el Presupuesto de Ingresos y Gastos aprobado para 2018.

En cuanto a divisas, el BCRD ha confirmado que la devaluación del RD$ se mantenía “controlada” y cerraba 2017 en apenas 3.3%, un poco por encima del ritmo de devaluación registrada en 2016 (+2.5%) cerrando el dólar de los Estados Unidos en RD$48.35 (según la tasa semanal usada por el Ministerio de Industria y Comercio) vs. RD$46.76 al cierre de diciembre 2016.

Si bien el incremento de los precios del petróleo habrá tenido un impacto muy negativo sobre la factura petrolera (por cada US$ que sube el precio promedio del barril, la factura petrolera de la República Dominicana se incrementa en unos US$62 millones), el fuerte crecimiento del 10.5% en la generación de divisas (que pasa de US$24,266.7 millones en 2016 a US$26,780.0 millones) ha asegurado una relativa tranquilidad en el mercado de divisas.

Ahora bien, es importante señalar que el valor relativo del dólar ha estado disminuyendo muy significativamente en 2017, como consecuencia de las intenciones del presidente Donald Trump, haciendo que el EURO pasara de US$1.0504 (cierre de 2016) a US$1.2018 (cierre de 2017) equivalente a una depreciación del billete verde en un 14.41% frente a la divisa europea, por lo que el peso dominicano ha sufrido una importante devaluación del 18.28% frente al EURO cuya cotización se ha disparado de RD$49.12 (12-2016) a RD$58.10 (12-2017).

La proyección de devaluación para 2018 se mantiene en los parámetros actuales, con lo que se puede esperar que el US$ cierre ligeramente por debajo de los RD$50.00, y en cualquier caso por debajo de la proyección del Presupuesto 2018 que proyectaba una tasa de RD$51.05 al cierre de 2018; en estas condiciones, asumiendo un valor de US$1.25/EURO al cierre de 2018, el EURO cerraría 2018 en RD$62.50, o sea +7.6% en comparación con los RD$58.10 al cierre de 2017.

En cuanto a inflación, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Banco Central cierra 2017 a un nivel relativamente alto (+4.20%), aunque siempre dentro del rango-meta que tenía el BCRD; sin embargo, hay que destacar que los precios de los alimentos siguen subiendo más rápidamente que la tasa del IPC general: los alimentos subieron +5.88% en 2017, y peor, si tomamos como referencia 12-2010 (fecha cuando se crean las nuevas canastas de bienes y servicios), los alimentos habrán subido en 40.96% mientras el IPC subía solamente 28.14%.

El mismo gobernador del BCRD entiende que la percepción de que el crecimiento no le ha llegado al “ciudadano de a pie” se debe principalmente a este factor combinado con salarios todavía muy bajos. De hecho, y de acuerdo con las estadísticas oficiales del BCRD por quintiles de ingresos, la inflación ha afectado mucho más al Quintil 1 (los hogares más pobres) con +31.87% acumulado de 2010 a 2017, mientras la inflación del Quintil 5 (los hogares menos vulnerables) fue de solamente +25.64%.

La proyección de inflación para 2018 se mantiene alrededor del 4.0%, sin embargo, habrá de monitorear de cerca: la evolución de los precios de los combustibles de mantenerse el petróleo arriba de US$60/barril; y los precios de los alimentos en caso de que se produzcan nuevos fenómenos meteorológicos durante la temida temporada de huracanes.

En resumidas cuentas, el cierre de 2017 fue mucho mejor de lo esperado, y sin duda alguna, las acertadas medidas monetarias de la Junta Monetaria y del Banco Central habrán contribuido fuertemente a este positivo resultado.

Ahora bien, la agenda de reformas estructurales contemplada en la Estrategia nacional de Desarrollo (END) sigue estancada, impidiendo que este sólido crecimiento a nivel macro se pueda traducir en sostenibles mejoras del nivel de vida de las grandes mayorías que no se sienten incluidas en este progreso económico.

Quisiéramos apostar que el “big bang” tributario en los Estado Unidos nos obligue a acelerar la imperiosa revisión y simplificación del andamiaje fiscal de la República Dominicana.

¡Cuando veas el Código Tributario del Tío Sam arder, pon el tuyo en remojo!

 

Henri HEBRARD
Asesor Económico
Tel: 809 862 64 23
Correo: h.hebrard@henrihebrard.com
Twitter: @HebrardH

AEIH define como una “atrocidad” los gastos en alquileres de EDESUR

Estima en US$50.0 millones los recursos “quemados” en una década y media de alquiler de locales corporativos por parte de la empresa que, de por sí, es deficitaria.

SANTO DOMINGO, República Dominicana. El empresario Antonio Taveras Guzmán definió como una “atrocidad” que Edesur haya pagado cerca de US$50.0 millones en alquiler de locales en una década y media, lo que tildó como una “asignación perversa” de recursos públicos para crear riqueza privada.

El presidente de la Asociación de Empresas Industriales de Herrera y Provincia Santo Domingo (ANEIH) proclamó que ese hecho forma parte de la cadena de distorsiones existentes en el sector eléctrico, específicamente en las empresas distribuidoras, que permanecerán con todo y pacto eléctrico.

El dirigente empresarial manifestó que, tras haber sido estatizada a principios de los años 2000, el Gobierno debió alojar las operaciones centrales de Edesur en cualquier recinto público para evitar el pago de ese oneroso alquiler.

Definió como impresionante que hayan pasado cinco gobiernos sin que se revisara ese contrato de Edesur, una empresa que, al igual que sus pares Edeeste y Edenorte, genera cuantiosas pérdidas comerciales y técnicas en su proceso de venta de energía, que al final terminan siendo una carga para los ciudadanos.

Taveras Guzmán dijo que antes esta situación –que podría replicarse también en distintas escalas en las demás empresas del ramo- se hace urgente llevar a cabo una reforma en las distribuidoras de electricidad, que actualmente constituyen un fardo muy pesado para el bolsillo de todos los dominicanos.

“Es importante enfocar esta situación en un contexto más amplio. No se trata de un alquiler mensual de US$300 mil; es necesario ver la erogación de recursos irrecuperable que esto ha implicado en el tiempo y que estimamos en US$50.0 millones”, señaló el presidente de la ANEIH.

El empresario se preguntó cuánta pérdida de energía se hubiese evitado invirtiendo esos US$50.0 millones (US$3.5 millones por año) en blindaje de las redes y qué hubiese implicado en términos de ingresos para la empresa.

Taveras Guzmán hizo un llamado al presidente Danilo Medina para que ordene un levantamiento sobre gastos innecesarios y onerosos de las EDES y se dará cuenta que es posible lograr un ahorro importante de recursos.

“Hemos expresado en diversas ocasiones que el problema mayor en el sector eléctrico ha estado en la distribución. Las distribuidoras pierden sobre el 30% de la energía que compran a los generadores y esta pérdida tiene mucho que ver con la mala gestión administrativa que mantienen nóminas abultadas. botellas y gastos innecesarios y dudoso”, subrayó.

Dijo el pacto eléctrico, como está esbozado, no ofrece ninguna garantía para que barbaridades como estas no se sigan cometiendo.

Antonio Taveras, Fernando Capellán, Margarita Cedeño, Rolando Guzmán

El máximo galardón recayó en AES Andrés, mientras que el premio a la trayectoria empresarial fue otorgado a Fernando Capellán, presidente del Grupo M.

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El Premio Nacional a la Calidad del Sector Privado de la República Dominicana (PNCSP) reconoció la noche de este jueves a 14 empresas dominicanas que desde sus diferentes áreas y tamaño sobresalieron en 2017 por sus esfuerzos en mejorar el desempeño, la competitividad y el desarrollo sostenible en la producción  de bienes y servicios.

El máximo galardón recayó en AES Andrés, empresa establecida en el país en 2003, que forma parte del Grupo AES y que está dedicada a la generación de energía y comercialización de gas natural licuado y gaseoso. La compañía recibió, además, una medalla de oro por su desempeño en el renglón industria.

El premio a la trayectoria empresarial fue otorgado a Fernando Capellán, presidente y fundador del Grupo M,  empresa reconocida  por la implantación de avanzadas tecnologías de producción en el área textil y modernos sistemas de administración de recursos humanos.

En la categoría Gran Empresa, renglón industria, obtuvieron medalla de oro Dominican Power Partners –también del Grupo AES- Generadora de Electricidad Itabo y Distribuidora Corripio, en su división industrial Planta COASIS. Bepensa Dominicana obtuvo medalla de plata en esta categoría.

En Gran Empresa, renglón servicios, sobresalieron con medallas de oro la ARS Humano, la Asociación Popular de Ahorros y Préstamos (APAP) y la Cooperativa Vega Real, mientras que medallas de plata recayeron en Funeraria Blandino y Corporación Turística de Servicios Punta Cana. La medalla de bronce fue para Brenntag Caribe y Reid & CO en este reglón.

El premio también toma en cuenta con un reglón para reconocer el desempeño de la pequeña y mediana empresa, y en esta ocasión galardonó a Asistencia Universal, del Grupo Universal, con medalla de plata y una mención de honor a la empresa Círculo Empresarial de Competitividad (Cirecom).

El Premio Nacional a la Calidad del Sector Privado de la República Dominicana, que data desde hace 25 años, fue instituido mediante decreto 141-13 como el máximo reconocimiento a las empresas del país. Está integrado por un consejo que integran diversas instituciones públicas, privadas y una secretaría técnica que ostenta la Asociación de Empresas Industriales de Herrera y Provincia Santo Domingo (ANEIH). 

El acto de entrega del premio correspondiente a 2017 se llevó a cabo en el hotel El Embajador y contó con la presencia de  la Vicepresidenta de la República, Margarita Cedeño; Nelson Toca Simó, Ministro de Industria y Comercio; Alejandrina Germán, Ministra de Educación Superior Ciencia y Tecnología; Ramón Ventura Camejo, Ministro de Administración Pública y el rector de INTEC y presidente del jurado, Rolando Guzmán, entre otras personalidades.

 

Antonio Taveras Guzmán

La historia del sector eléctrico no ha sido distinta a la historia general de República Dominicana. Múltiples esferas de nuestro país han sido constantemente asaltadas por pequeños pero poderosos grupos de empresarios, junto a funcionarios y políticos corruptos. La politización, la corrupción, la falta de transparencia y la impunidad son factores que explican por qué  hoy continuamos con el deterioro progresivo del sector eléctrico.

El más reciente asalto se ha querido perpetrar a través del denominado Pacto Eléctrico. En el  poco transparente e inequitativo proceso de discusión del acuerdo, los negocios y privilegios particulares de núcleos empresariales y funcionarios han prevalecido. Si el documento del pacto se mantiene como está hasta el momento, el país, su golpeada clase media, sus sectores populares, y el 98% del tejido empresarial, compuesto por micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs), sufrirán la devastadora consecuencia de una nueva imposición de los intereses particulares por encima del bienestar común, castrando la oportunidad que la Estrategia Nacional de Desarrollo ha abierto para solucionar el histórico problema del sector eléctrico del país.

Para que las políticas públicas sean efectivas, y especialmente en el sector eléctrico, es necesario que las instituciones que van a promover o implementar estas políticas sean sólidas; que operen dentro de un marco regulatorio transparente; que sean capaces de formular políticas energéticas a corto, mediano y largo plazo, con objetivos y mecanismos específicos de implementación medibles, basados en diagnósticos y que cuenten con el presupuesto necesario para su implementación. Estas políticas deben obedecer a planes de desarrollo productivo, de crecimiento demográfico y de crecimiento de las infraestructuras demandantes de electricidad, buscando siempre la sostenibilidad medioambiental.

Es importante tener un mercado eléctrico de amplia competencia, sobre todo en el área de generación. Si bien es cierto que la fuerza del mercado pudiera abaratar costos y diversificar los proveedores y las ofertas de generación, favoreciendo a los consumidores, esta fuerza necesita un órgano regulador para corregir sus propias fallas y tendencias a la concentración. Se necesita imponer reglas y condiciones claras para la competencia. En el mercado eléctrico dominicano es fundamental una regulación transparente y equitativa, que gestione los riesgos y los incentivos a través de herramientas y políticas operativas orientadas a garantizar un buen servicio a los usuarios del sistema.

Una regulación efectiva de los mercados y los procesos del sector eléctrico contribuiría a garantizar que los precios reflejen los costos reales de la energía eléctrica, y que ésta se suministre de forma sostenible, y a precios y tarifas competitivos y razonables. El desorden institucional que impera en la República Dominicana (con un mercado tan apetecible, por la cantidad de dinero que mueve y debido a las desmesuradas ganancias conseguidas mediante sobreprecios obtenidos a través de cobros de coimas y comisiones) necesita un órgano regulador fuerte, con plenos poderes para hacer cumplir las reglas, con independencia financiera y operativa real, sin vínculos con sectores políticos ni empresariales, que le ponga freno a la politización, al clientelismo y a la corrupción.

Históricamente el sector eléctrico ha sido utilizado como botín por diferentes gobiernos, para repartir empleos y privilegios y para enriquecer sectores empresariales y políticos corruptos. El país no puede seguir permitiendo que la voracidad de unos pocos castre el desarrollo y el progreso de las mayorías. Tenemos el derecho y el deber de exigir políticas energéticas que nos permitan competir en el siglo XXI. 

Las distribuidoras eléctricas en manos del Estado han sido deficitarias, porque padecen precisamente los mismos males de fondo relacionados con la generación.  Estas empresas pierden entre el 32% y 34% de la energía que compran a los generadores privados. Parte de esta pérdida se debe al deterioro y mal estado de las redes. Son pérdidas técnicas que, a pesar de las cuantiosas inversiones realizadas para reducirlas (US$800 millones prestados por el Banco mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y otros), no han podido corregirse. La mala gestión administrativa, causada por la politización de las Edes y el clientelismo, los elevados gastos corrientes, la falta de transparencia, sumada a la incapacidad para enfrentar de manera efectiva el hurto de energía a gran y baja escala, conforman  el otro componente de las pérdidas. Todo esto ha llevado a que el Gobierno tenga que subsidiar a estas empresas con más de US$1,000 millones al año, presionando el Presupuesto Nacional y obligando a la ciudadanía y al sector empresarial pequeño y mediano, a pagar la incapacidad de estas empresas. Pero aún con las inversiones de organismos internacionales, y el subsidio y el derroche innecesario de recursos públicos en las Edes, los apagones y un servicio inestable y caro continúan restando competitividad a nuestros sectores productivos y a la calidad de vida de la ciudadanía.

En el Pacto Eléctrico se pretende seguir cargando a las MiPyMEs y a la ciudadanía aún más con el costo de esta ineficiencia. Si este acuerdo se aprobara en enero tal como está, a partir del primero de julio entraría en vigencia una supuesta tarifa de transición, que podrá variar de acuerdo al comportamiento de diferentes indicadores, como el precio de las divisas y el precio de los combustibles de generación en los mercados internacionales.

Pero también, y eso es lo que no se explica a la ciudadanía, las pérdidas que tienen las Edes serán cargadas a las tarifas de los usuarios en general y a las MiPyMEs, pues la mayoría de los grandes usuarios entran en la categoría de “no regulados”.  Estas 125 empresas “no reguladas” compran directamente a los generadores sin pagar ningún impuesto al Estado por el uso de espacios y otros bienes públicos para la transmisión de energía eléctrica. En un supuesto plan de expansión se pretende reducir las pérdidas de un 32% a un 15% en seis años. En principio este 17% de pérdida se le subirá a la tarifa eléctrica y se pretende ir bajándola a razón de 2,80% al año. Es decir, subirán un 17% de entrada a la tarifa y luego, si tienen éxito en corregir las pérdidas, la irán bajando cada año hasta completar las metas de pérdida de un 15%.

Solo en un país capturado y asaltado como el nuestro se puede imponer una política como esta, que resguarda los intereses de un grupito de empresarios y políticos, y pone a una población y a los medianos y pequeños empresarios a pagar este desatino e ineficiencia.

Hace tiempo que la energía ha debido llegar más barata a los consumidores. En los últimos tres años la reducción de los precios del petróleo en los mercados internacionales, la diversificación de la matriz de generación y otros factores internos y externos han provocado que el precio al que compran las distribuidoras a los generadores haya bajado en un 40%. Sin embargo, el Gobierno, a través de las distribuidoras, no ha traspasado esta rebaja a los consumidores.  El pueblo continúa pagando una de las tarifas eléctricas más caras del mundo.

Actualmente, el margen entre el precio de compra de energía de las distribuidoras a los generadores y el precio al que se le vende al consumidor duplican los márgenes de las empresas distribuidoras de la región. En Centroamérica el promedio del valor agregado de distribución (VAD) oscila entre 3 y 3.5 centavos de dólar. En nuestro país actualmente es de 7 centavos de dólar. Aun así, con este margen de ganancia que tienen las distribuidoras, siguen los subsidios (que pagamos todos), siguen las pérdidas y siguen los apagones. Y entonces como ciudadanos, contribuyentes, trabajadores formales e informales, comerciantes, micro, pequeños y medianos empresarios debemos preguntarnos ¿dónde están los cuartos? ¿A dónde va todo el dinero de los subsidios y las costosas facturas eléctricas que pagamos?

El problema eléctrico, como muchos de nuestros eternos problemas, se resuelve con firmes decisiones políticas que favorezcan al país y a las mayorías; actuando con transparencia y aplicando las leyes, con estrictos sistemas de consecuencias para quienes las violen.

Tal y como se encuentra planteado hasta el momento, el Pacto Eléctrico, lamentablemente, es simplemente la legitimación de los intereses de sectores económicos y políticos que por décadas han sido los causantes del desastre del sector energético nacional.

Solo si el Gobierno decide abrir un espacio para la rectificación y la colocación del interés nacional por encima de las ambiciones sectoriales, el pacto podría ser una verdadera política de desarrollo energético para la República Dominicana y no otra más de las tantas oportunidades perdidas de nuestro país. De abrirse la puerta a la rectificación y a la discusión transparente, estaremos siempre dispuestos a participar, vigilantes y comprometidos con los intereses de la gente y de la nación. Nunca es tarde cuando existe la voluntad de construir un mejor presente y un mejor futuro para nuestro país.

Antonio Taveras Guzmán

Manejo caso Odebrecht cuestiona a las instituciones y la seguridad jurídica del país

Antonio Taveras Guzmán, presidente de la Asociación de Empresas Industriales de Herrera (ANEIH, considera que Estados Unidos envía mensajes directos, que deben llamar la atención contra la impunidad en RD

SANTO DOMINGO – El empresario Antonio Taveras Guzmán aseguró que los mensajes y acciones del gobierno de Estados Unidos sobre el manejo del caso Odebrecht constituyen un fuerte cuestionamiento a las instituciones dominicanas y ponen en entredicho la seguridad jurídica del país.

De acuerdo al dirigente empresarial, si en República Dominicana funcionara un verdadero sistema de consecuencias, y si el Ministerio Público fuera independiente, la ciudadanía no estuviera sufriendo la vergüenza y el bochorno de ver a poderes foráneos insinuando cómo la sociedad dominicana debe enfrentar uno de los más grandes escándalos de corrupción de su historia.

Taveras Guzmán, quien preside la Asociación de Empresas Industriales de Herrera y Provincia Santo Domingo (ANEIH), dijo que la suspensión del visado y el congelamiento de activos en territorio norteamericano a uno de los imputados es una objeción a nuestra administración de justicia.

Sostuvo que de igual manera se interpreta el artículo publicado en un diario nacional por Robert Copley, encargado de negocios de la Embajada de Estados Unidos, quien advirtió que su gobierno no hará silencio frente a la impunidad relacionada con los sobornos de Odebrecht en el país.

“Desde el encabezado (Un paso adelante en la lucha contra la corrupción) hasta la última línea, el escrito de Copley divulgado en Listín Diario retrata el escaso desarrollo institucional del país y la desconfianza en la justica”, expuso Taveras Guzmán.

Dijo que las debilidades institucionales y la falta de confianza en el sistema judicial frenan las inversiones privadas, necesarias para el crecimiento económico y crean incertidumbre en el clima de negocios y en las empresas ya establecidas en el país.

Indicó que, con la excepción de República Dominicana, en los países donde se produjeron sobornos de la empresa constructora brasileña, ha habido consecuencias, “mientras que aquí las acciones adoptadas están más próximas a una distracción que a un caso seriamente judicializado”.

El empresario pidió a la sociedad dominicana estar pendiente al caso Odebrecht desde los primeros días de enero del 2018, cuando se comienza a vencer el plazo que tiene el Ministerio Público para procurar una verdadera aplicación de justicia por las denuncias de sobornos, sobrevaluaciones y financiamiento ilícito de campañas relacionadas con las operaciones de la multinacional en el país.

“En las primeras semanas de 2018 los sectores que aspiramos a vivir y desarrollarnos en un país donde la aplicación de la ley sea igual para todos y todas, tenemos el deber de dar seguimiento paso a paso al caso de Odebrecht, para que no se imponga la impunidad ni los intereses políticos y económicos que nos mantienen estancados en el subdesarrollo”, concluyó Antonio Taveras Guzmán.

Antonio Taveras Guzmán

Respuesta de Antonio Taveras Guzmán a las reacciones generadas por la negativa de la ANEIH a firmar el Pacto Eléctrico

 

  1. La ANEIH aspira y trabaja por un Pacto que resuelva el problema eléctrico, que no legitime el desorden en el sistema eléctrico, y lesione los intereses de la pequeña y mediana empresa y de la ciudadanía.

 

En el esquema que propone el gobierno, de desmonte del 32% de las pérdidas de las distribuidoras, los pequeños y medianos empresarios, y la ciudadanía en general serán los más afectados, ya que esta pérdida será cargada a sus facturas. Mientras, se favorecen a un pequeño grupo de grandes empresarios, que son los llamados no regulados, no cobrándoles el 10% por el uso de espacios públicos pertenecientes al Estado, en franca violación a la Ley General de Electricidad.

 

  1. Se trata de una posición institucional, mesurada y responsable de la ANEIH

La posición de no firmar el documento del Pacto Eléctrico alcanzado hasta el momento es una decisión institucional del Directorio de la Asociación de Empresas Industriales de Herrera y Provincia Santo Domingo (ANEIH), encabezada por su presidente, Antonio Taveras Guzmán, después de más de tres años de participación activa y propositiva en todas las etapas del proceso, y después de consultar con los más importantes especialistas del sistema eléctrico dominicano y de técnicos de los organismos internacionales que han participado por décadas en la búsqueda de soluciones a la crisis eléctrica nacional.

  1. La ANEIH ha sido uno de los principales promotores de un Pacto Eléctrico, que termine con la pesadilla de más de 50 años de apagones.

Desde que se hizo pública la convocatoria al Pacto Eléctrico, la ANEIH, en la persona de su presidente, ha sido una de los principales promotores y gestores del proceso, impulsando propuestas de solución, no solo en las plenarias sino como parte de la comisión ejecutivas del Consejo Económico y Social (CES).

A continuación, compartimos algunos llamamientos públicos externando nuestra preocupación de la necesidad de llegar a un pacto que respondiera a los intereses del país:

  • La ANEIH luchó e insistió para que el Pacto no se aprobara de manera urgente, en medio de la campaña electoral del 2016.
  • El 7 de agosto del 2016, la ANEIH pide a actores del Pacto no dejarse arrastrar por intereses creados.
  • En coordinación con otros actores del Consejo Económico y Social (CES), la asociación hizo un arduo trabajo de concertación intersectorial para motivar la permanencia de sectores que se querían retirar en el 2016.
  • El lunes 13 de febrero del 2017, hicimos un llamado al país para que el pacto no se quedara en el limbo al que fue sometido por un período de más de 6 meses.
  • El pasado 14 de septiembre también hicimos un llamado público para que todos los sectores empresariales, estatales y sociales pusiéramos el interés nacional por encima de los intereses particulares, porque consideramos el Pacto como una oportunidad histórica que no se debía ni se debe desperdiciar.

La actitud propositiva y constructiva de la ANEIH en el marco del Pacto, se mantuvo a pesar de la negativa del Gobierno a hacer diagnósticos, a entregar datos actualizados sobre la realidad concreta del sistema energético y a transparentar los datos relacionados con las plantas a carbón de Punta Catalina.

¿Por qué no firmaremos el Pacto Eléctrico?

DECLARACIÓN PÚBLICA DEL SR. ANTONIO TAVERAS GUZMÁN, PRESIDENTE DE LA
ASOCIACIÓN DE EMPRESAS INDUSTRIALES DE HERRERA Y PROVINCIA SANTO DOMINGO (ANEIH)

¿POR QUÉ NO FIRMAMOS EL PACTO ELÉCTRICO?

 

En atención a la convocatoria al Pacto Eléctrico realizada por el Poder Ejecutivo, en cumplimiento al artículo 35 de Ley de Estrategia Nacional de Desarrollo de la República Dominicana 2030 (END), que llama a las fuerzas políticas, económicas y sociales a participar en la definición de políticas públicas que permitan solucionar la crisis estructural del sistema eléctrico del país,  nuestra asociación participó activamente en todas las etapas de este proceso, tanto como integrantes de la Comisión Ejecutiva del Consejo Económico y Social -espacio de diálogo que fue apoderado el 13 de octubre de 2014 para dirigir los trabajos de discusión del Pacto-, así como, en las  distintas consultas, mesas y plenarias de trabajo que durante casi 3 años de trabajo arduo se llevaron a cabo.  Hoy con la responsabilidad que nos ha caracterizado durante cerca de 50 años como asociación,  queremos anunciarle al país que no asistiremos  a la firma del pacto convocada para mañana en el Palacio Nacional. Esta decisión está basada en nuestra firme creencia de que los llamados consensos arribados en este pacto no resuelven el problema eléctrico nacional, pues puntos fundamentales no se tocaron, otros son un llamado al cumplimiento de la actual Ley General de Electricidad No. 125-01 y su reglamento o el acomodo de la misma a intereses particulares y privados de actores involucrados en la discusión del pacto.

 

Sobre la Generación

•       Entendemos que un factor  clave para solucionar el problema energético en el país, en lo que respecta a la generación de electricidad, es la desconcentración y apertura del mercado, para permitir una auténtica competencia que a su vez abarate los costos y logre precios razonables para que los usuarios puedan a su vez, recibir un servicio energético  de mayor calidad y a precios más bajos. En el Pacto faltan mecanismos precisos que garanticen la auténtica competencia en el mercado de la generación, así como, procesos de licitación verdaderamente transparentes. La Ley General de Electricidad, dispone que el 80% de la energía comprada deberá ser adquirida por contratos y el 20% en el mercado Spot, el solo cumplimiento de esto abarataría los costos de compra a los generadores. Los generadores actúan como banco financiero cobrando altos intereses por los atrasos y falta de pago del gobierno, esto encarece los costos de generación y por lo tanto la tarifa final que lega a los consumidores, son de los puntos que distorsionan los precios y a esto el pacto no le busca solución.

•       El Pacto fortalece posiciones dominantes de los actuales actores frente a posibles nuevos competidores. Es decir, el documento actual legitima procesos y actores que históricamente han sido parte del problema.

•       Consideramos también que el Pacto no contempla una hoja de ruta concreta y de carácter obligatorio de desarrollo energético a largo plazo, que considere el crecimiento futuro de la demanda, ni tampoco un plan de cambio progresivo en la matriz de generación que contemple mayor uso de energía limpia en el futuro.

•       Punta Catalina fue un proyecto en el cual el Estado dominicano se embarcó y fue presentado como la panacea para resolver el problema eléctrico, en el caso muy particular del Pacto Eléctrico diversos sectores solicitamos todas las informaciones y detalles para que dicho proyecto formara parte de la discusión del pacto eléctrico, esto nunca sucedió pues el gobierno siempre se negó.

Distribución

El  principal problema del sistema eléctrico en la República Dominicana es la precaria e ineficiente gestión de las empresas distribuidoras de energía. Las distribuidoras en este momento tienen un nivel de pérdida superior al 32%. Mantener estas empresas funcionando  con estas deficiencias ha presionado enormemente el Presupuesto Nacional, pues el gobierno central ha tenido que otorgar subsidio por más de mil millones de dólares cada año. Es una situación insostenible que es crucial resolverla para tener un sistema confiable y competitivo.  Si bien en el pacto se establece la necesidad de corregir esta situación y se establece un cronograma de bajar las pérdidas en un tiempo de 6 años  a un 15%, éste  no establece  planes concretos, hojas de rutas, con responsabilidades compartidas, con auditorías, para poder establecer montos de inversiones en las distribuidoras. Solo se establecen promesas de parte del gobierno que ya en el pasado se habían acordado con organismos internacionales y nunca se cumplieron. Uno de los problemas fundamentales de las distribuidoras es su politización. El pacto no establece cronograma ni compromisos reales para desmontar la estructura clientelar bajo la cual operan estas agencias y que es responsable de un alto porcentaje de su ineficiencia y alto costo con que operan. Esta estructura clientelar hace que tampoco se cobre parte de la energía servida a algunos sectores.

•       En el Pacto se introduce la posibilidad de que las Edes puedan subcontratar la comercialización, a través de la segmentación de circuito, zonas y regiones, medida que, en lugar de aliviar el déficit financiero de las distribuidoras, viene a distorsionar el proceso y a elevar los costos. Por la falta de institucionalidad del país, este elemento podría resultar en una puerta para ampliar  el clientelismo político y una dinámica de reparto contraria al interés nacional.

•       Consideramos injusto e incorrecto que, en el marco de un  cronograma de reducción de pérdidas a seis años, los consumidores sigan pagando las ineficiencias de las Edes relacionadas con esta grave falla del sistema. Lo correcto y legal sería cumplir con la tarifa técnica y con el cálculo de costos  de una empresa administrada racional y eficientemente, como lo manda la Ley General de Electricidad.

 

Sobre el Marco Institucional

•      Una vez más se desperdició la oportunidad de diseñar y poner en ejecución un órgano regulador del mercado eléctrico verdaderamente independiente, técnicamente capaz y libre de conflictos de intereses políticos o empresariales. El órgano regulador, la Superintendencia de Electricidad, que es fundamental y vital para establecer marcos regulatorios estrictos y transparentes en un mercado como el eléctrico, el pacto prácticamente lo deja igual aun a sabiendas de todas las debilidades e ineficiencias con que este organismo ha venido funcionando. 

•      Por otra parte, la reestructuración de la CDEEE prevista en el Pacto que crea el Ministerio de Energía y Minas, donde se establece que esta institución debe integrarse en el 2018 a este Ministerio, al convertir a la CDEEE en un holding para dirigir los negocios eléctricos del Estado se está dejando una burocracia innecesaria y costosa para los contribuyentes, lo cual afectará también negativamente a las tarifas. 

•       La mayoría del contenido del Pacto es solo una redundancia, pues ya forman  parte de la Ley General de Electricidad, mientras  que algunos puntos  llevan a la modificación de la ley para adecuarla a intereses particulares, como la propuesta de modificación encaminada a no cobrar el 10% a los usuarios no regulados establecido en la ley y que nunca se ha cumplido. Nuestra Ley General de Electricidad y su reglamento son tan avanzados, que somos de opinión que con tan solo su cumplimiento estricto  se resolvería el problema eléctrico del país.

Nuestra asociación aprovecha para reconocer el gran esfuerzo que hicieron sectores sociales, funcionarios y técnicos del sector público y representantes del empresariado para buscarle solución a la crisis eléctrica que por más de 50 años ha afectado la competitividad del país y la calidad de vida de los dominicanos y dominicanas, pero no basta con eso, se necesita firme voluntad política.

Reiteramos nuestra disposición de participar de cualquier esfuerzo donde prime el compromiso real y la voluntad política para consensuar y construir el sistema energético que República Dominicana necesita para alcanzar el desarrollo y enfrentar los desafíos del siglo XXI.