El deterioro de las calles y el drenaje pluvial, la falta de iluminación e inseguridad, tienen desesperados a los empresarios de la zona industrial de Herrera, quienes hacen un llamado al Gobierno para que solucione estos problemas.

Tanto el presidente Danilo Medina, como el ministro de Obras Públicas han prometido la reconstrucción de las calles; sin embargo, la Asociación de Empresas Industriales de Herrera y Provincia Santo Domingo, INC. (ANEIH) se ha quedado a la espera de esas intervenciones.

Hoyos, aguas residuales, lodo y aceras destruidas es lo que se observa en las calles E, D y la Central, las cuales fueron intervenidas para solucionar un problema de drenaje pluvial hace unos años, pero dejaron sin asfaltar las vías, lo que agravó el estado de deterioro.

De acuerdo con Antonio Taveras Guzmán, presidente de la asociación, los empresarios se reunieron con el alcalde de Santo Domingo Oeste, Francisco Peña, pero que este dijo sentirse impotente porque no cuenta con los recursos. Asimismo, explicó que se reunió hace un año con Gonzalo Castillo, ministro de Obras Públicas, quien prometió la reparación de las vías.

Taveras afirma que la Asociación está dispuesta a colaborar con el alumbrado y el asfaltado, siempre y cuando las autoridades inicien los trabajos.

“Queremos hacer un llamado al Gobierno dominicano, al ministerio de Obras Públicas para que cumplan con lo prometido. Tenemos asociados que tienen que ver con agregados, y estamos dispuestos a ayudar con agregados; dispuestos a poner el alumbrado como empresarios; dispuestos a colaborar”, expresó Taveras Guzmán.

Levantamiento
Explicó que como empresarios decidieron realizar un levantamiento en la zona para buscar otras formas y que se arreglen las calles. “Los mayores problemas en la zona industrial es que las calles no sirven, para sacar las mercancías de las empresas cuando llueve es un desastre, para que los empleados puedan irse a sus casas cuando llueve hay que sacarlos en patanas y en camiones porque los charcos no los dejan salir”, deploró.

También sostuvo que hay un problema grave del drenaje pluvial y de arrabalización, por la colocación de pequeños tarantines alrededor de las empresas para la venta de alimentos y otros artículos. Taveras indica que otra problemática es que no hay iluminación ni vigilancia policial, por lo que exigen un destacamento en la zona. La asociación que nació en la zona de Herrera hace 45 años y que cuenta solo en esa área con unas 150 empresas, llamó al gobierno a dar una solución integral, porque no es una petición sino que es un derecho.

Exigen derechos

“En esa zona las empresas producen muchos empleos al país, aportan mucho al PIB, pagamos muchos impuestos, entonces necesitamos que el Estado y sus instituciones nos devuelvan con servicios esos impuestos que pagamos, necesitamos los servicios que el Estado constitucionalmente está obligado a dar, no estamos pidiendo nada, estamos exigiendo un derecho”, apuntó.
Además de las empresas, pequeños comerciantes y choferes de la zona también se quejan por el tiempo que tienen las calles deterioradas, sin que las autoridades acudan a llevar solución.

FALTA DE ILUMINACIÓN E INSEGURIDAD
La asociación sostiene que hay un problema grave del drenaje pluvial y de arrabalización, por la colocación de pequeños tarantines alrededor de las empresas para la venta de alimentos y otros artículos.
Tampoco hay iluminación ni vigilancia policial, por lo que demandan la construcción de un destacamento en la zona. Afirman que la solución debe de ser integral.

Fuente: Listín Diario

La entidad exige competencias personales de integridad, temple, autonomía, pensamiento analítico y capacidad de planificación, entre otras.

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La Iniciativa por la Institucionalidad Democrática (IDEM) entregó a la Cámara de Diputados el perfil que a su juicio deberían reunir los integrantes de la Cámara de Cuentas, como organismo de control de las finanzas y el gasto público. Uno de los aspectos resaltantes es que los miembros de ese órgano no hayan sido militantes partidistas ni haber integrado instancias directivas de partidos políticos en los últimos cinco años.

La IDEM depositó el documento en la Cámara de Diputados, específicamente remitido a su presidenta,  la legisladora Lucía Medina y a los miembros de la Comisión Permanente de la Cámara de Cuentas, presidida por el diputado Ramón Dilepcio Núñez, a la vez que reiteró una petición de reunión con los comisionados.

Además de los requisitos establecidos en la Ley Orgánica de la Cámara de Cuentas, el perfil de la IDEM especifica competencias personales de integridad, temple y

autonomía. Interpersonales como capacidad de trabajo en equipo y para dirigir a otros.

También competencias cognoscitivas como pensamiento analítico, búsqueda de información y planificación.

El IDEM está integrado por un grupo de organizaciones empresariales y de la sociedad civil, como Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE), Cámara Americana de Comercio de la República Dominicana (AMCHAM-DR) y Asociación de Empresas Industriales de Herrera y Provincia de Santo Domingo, INC. (ANEIH). También, Asociación para el Desarrollo, Inc. (APEDI), Centro Bonó, Fundación Institucionalidad y Justicia, Inc. (FINJUS), Participación Ciudadana, Asociación Dominicana Pro Bienestar de la Familia, Inc. (PROFAMILIA). Centro Juan XXIII y Fundación Probono, INC.

 

Economía dominicana: resultados 2016 y perspectivas 2017

Resultados 2016 y perspectivas 2017

 

La República Dominicana habrá registrado un fuerte crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2016, ubicándose nuevamente a la cabeza de la región, alcanzando una tasa del 6.3% de acuerdo a nuestras últimas proyecciones; si bien este crecimiento se queda ligeramente por debajo del crecimiento del 7.0% registrado en 2015, se trata de un resultado muy superior al pronóstico inicial del Presupuesto 2016 que se había confeccionado con el objetivo de alcanzar un crecimiento del 5.0%. Para 2017, se espera que siga frenándose algo más el ritmo de crecimiento, producto de las incertidumbres en el escenario internacional.

Sin sorpresa, la economía dominicana ha mostrado un nivel de actividad típico de un año electoral. El primer semestre registra un crecimiento muy por encima de su nivel “potencial”, debido a la fuerte inversión desde el sector público y gracias a los bajos precios de los combustibles; como resultado, el PIB crece +6.1% en el primer trimestre y +8.7% en el segundo trimestre. A partir del segundo semestre, el ritmo de crecimiento desciende paulatinamente, registrándose una tasa de +5.8% según los resultados preliminares publicados por el Banco Central de la República Dominicana (BCRD) y se proyecta que el cuarto trimestre vea una tasa del 4.5%.

Como en años anteriores, surgen numerosos cuestionamientos sobre la realidad de este crecimiento a nivel macro, ya que no se percibe con la misma intensidad a nivel micro; sin embargo, una serie de indicadores muy variados parece confirmar este buen desempeño de la economía en 2016.

En primer lugar, el financiamiento al sector privado exhibía un muy sólido crecimiento anualizado del 12.5% a septiembre 2016, muestra de la fuerte demanda interna. Por otro lado, las compras de electricidad por las Empresas de Distribución de Electricidad (EDEs) crecían un 5.9% a agosto 2016, por encima de la tasa del 5.2% registrada en 2015. Del mismo modo, las ventas de combustibles para transporte (ambas gasolinas y GLP) mostraban un crecimiento del 6.3% durante el primer semestre, aunque este ritmo había descendido a apenas +2.6% al cierre del tercer trimestre, confirmando la sensible desaceleración del crecimiento del PIB. Este último indicador muestra la importancia del precio del petróleo sobre el nivel de actividad económica en República Dominicana: el desplome de los precios del petróleo a inicio de 2016 ha permitido un importante aumento del ingreso disponible gracias al ahorro ANEIH: Economía dominicana: resultados 2016 y perspectivas 2017 2 en la factura petrolera anual de US$1,091 millones a junio 2016, o sea una liberación de RD$50,186 millones, a una tasa promedio de RD$46.00/US$. Sin duda alguna, el acuerdo de recortes de producción logrado por los países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) a final de noviembre 2016 cambia completamente esta perspectiva para 2017: el nivel de los US$50/barril que fue un techo durante la mayor parte de 2016 pasara a ser el piso en adelante. Es importante que por cada dólar que suba el barril de crudo, la factura petrolera dominicana se incrementa en US$60 millones anualmente; en otras palabras, un incremento de precio de US$10/barril tendría un costo de US$600 millones para los consumidores dominicanos.

A mismo tiempo, y a pesar del decepcionante desempeño de la economía internacional, el sector externo de la economía dominicana ha contribuido con su cuota de buenas noticias, con la notoria excepción del sector exportador. El turismo alcanza otro año record superando por primera vez 5 millones de llegadas registrando 5,106,280 turistas (+7.1%) en base anualizada a octubre 2016, aportando ingresos de divisas por US$6,580 millones (+10.2%). Las remesas (+4.7% a septiembre 2016) siguen funcionando como amortiguador social, al elevar los ingresos de las familias receptoras de las mismas en US$5,134 millones en base anual, o sea un poco más de RD$236,164 millones. Para tener una mejor idea del enorme peso de las remesas a nivel micro, es importante recordar que las remesas representan una cantidad equivalente al presupuesto completo de los gastos de consumo de todo el gobierno central (RD$234,514 millones en 2017). Desafortunadamente, el sector exportador muestra un desempeño otra vez muy contrastado: mientras las exportaciones de las zonas francas dominicanas se reducían en 1.1% a septiembre 2016 al bajar de US$4,089.2 millones (2015) a US$4,043.0 millones (2016), las exportaciones nacionales excluyendo el sector minero y las ventas de combustibles en los aeropuertos registraban una baja más marcada del 3.4% al descender de US$1,804.4 millones (2015) a US$1,742.1 millones (2016). Lamentablemente, se anticipa un impacto muy negativo de las catastróficas lluvias de noviembre 2016 sobre las exportaciones en 2017 por la considerable reducción de la producción agrícola.

Este elevado crecimiento del PIB se ha producido en un marco de relativa estabilidad macroeconómica, como lo muestran las reducidas tasas de inflación y de devaluación. Por un lado, y gracias a los precios de los combustibles, la tasa de inflación anualizada a octubre 2016 apenas alcanzaba el 0.91% según los cálculos del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Banco Central; sin embargo, es importante entender que a nivel micro, los ANEIH: Economía dominicana: resultados 2016 y perspectivas 2017 3 grupos más vulnerables de la población (quintiles 1 y 2) no se aprovecharon de la baja del petróleo ya que los precios del transporte no reflejaron esta baja, alimentando el acostumbrado y justificado malestar de muchos que sienten que su economía, a nivel micro, no ha crecido en la misma proporción que la economía a nivel macro.

Otro buen ejemplo de la estabilidad relativa de la economía dominicana se refleja en la baja devaluación sufrida por el peso dominicano frente al dólar estadounidense (apenas 2.6%), al cerrar la divisa dominicana debajo de los RD$47.00 en 2016, después de cerrar 2015 en RD$45.55. Al igual que en el 2015, la estabilidad relativa del tipo de cambio ha obligado mantener tasas de interés muy elevadas: la tasa promedio del sector financiero para noviembre 2016 se situaba en 15.83%, muy por encima de las tasas de inflación. El costo del dinero sigue siendo uno de los frenos más importantes al desarrollo de las pequeñas y medianas empresas (PYMES) y constituye un reto muy serio para 2017 cuando se esperan varios incrementos de las tasas de referencia por parte de la Reserva Federal de los Estados Unidos. Para tener una idea del impacto del muy probable incremento de las tasas en 2017: de un lado, la carga financiera de las empresas y de los hogares se incrementaría en RD$9,000 millones en nivel anual por cada punto adicional de la tasa de interés, tomando en cuenta un nivel proyectado de RD$900,000 millones de préstamos al sector privado en 2017; y por otra parte, el servicio de la deuda pública crecería US$264 millones también por cada punto adicional.

Proyectándonos hacia 2017, resulta entonces prudente estimar un crecimiento menor de la economía: el Presupuesto contempla un crecimiento del 5.5% del PIB, objetivo que parece alcanzable a pesar de las numerosas incertidumbres a nivel internacional: elección de Donald Trump en Estados Unidos; Brexit en Inglaterra; crisis política en Italia; elecciones en Francia y Alemania; y, por supuesto, la remontada de los precios del petróleo encima de US$50/barril. El resto de las variables confirmaría la estabilidad relativa de la economía con una tasa de inflación promedio proyectada en un 3.75% y una devaluación promedio del 3.8% que incrementaría el valor del dólar hasta RD$49.09 al cierre de diciembre 2017, según la Ley de Presupuesto de Ingresos y Gastos 2017. En cambio, el reto de incrementar las recaudaciones en cerca de RD$64,000 millones (+13.4% vs. 2016) sin reforma tributaria luce cuesta arriba, del mismo modo que un décimo año consecutivo con déficit fiscal (RD$84,894 millones en el Presupuesto 2017) seguirá poniendo presión sobre las cuentas públicas: en 2017, el Estado deberá de destinar RD$114,865 millones al pago de los intereses de la deuda, restando de manera muy significativa los grados de libertad para que el mismo Estado pueda definir ANEIH: Economía dominicana: resultados 2016 y perspectivas 2017 4 políticas sociales para reducir las desigualdades y al mismo tiempo realizar inversiones en gastos de capital para incrementar el nivel de competitividad de la economía dominicana.

A pesar de este buen desempeño nuestra economía tiene muchos puntos frágiles, no podemos seguir perdiendo competitividad en los mercados internacionales. La gran apertura de la economía Dominicana representa  grandes retos y desafíos hacía el futuro. Debemos seguir avanzando en el sector turismo, el sector exportador debe constituirse en el centro de nuestro desarrollo, debemos ir hacia esquemas de zona franca de más alto nivel tecnológico y encadenado a la industria nacional.

Todo esto requiere repensar nuestro modelo de desarrollo productivo. Para esto se requiere una gran sinergia y un gran pacto entre el gobierno, el sector privado y la sociedad organizada y empoderada. Esto requiere empezar las grandes transformaciones institucionales que el país necesita para poder avanzar hacia un país y una sociedad más inclusiva, más próspera y más cohesionada.

 

Proclama que la dignidad de las personas, su calidad de vida, la libre elección de servicios y la competitividad de la economía deben estar por encima de los intereses de pequeños grupos que han impuesto un modelo de transporte malo, caro, inseguro y enemigo de la competencia.

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La Asociación de Empresas Industriales de Herrera y Provincia Santo Domingo,INC. -ANEIH- hizo un llamado a la sociedad dominicana para que, de manera decidida diga “basta ya de abuso, chantaje, cartelización y maltrato a los ciudadanos” por parte de un sistema de transporte malo, caro e inseguro, que afecta la competitividad de la economía y la dignidad de la gente.

El presidente de la entidad, Antonio Taveras Guzmán, y su Consejo de Pasados Presidentes instaron al Estado, en una declaración conjunta, a poner fin a la permisividad basada en el clientelismo, que propicia el caos en el transporte de pasajeros y de carga a nivel urbano e interurbano.

La organización empresarial demandó genuina competencia en el transporte y una reforma profunda desde el punto de vista institucional para corregir las distorsiones existentes en el campo normativo y regulatorio de esa actividad, que impacta en toda la cadena de la economía.

“Se requieren reglas firmes, consecuencias funcionales y una Superintendencia de Transporte con una estrategia que termine con la arrabalización que se observa en las calles del Distrito Nacional y de las principales ciudades del país”, manifestó la ANEIH.

A juicio de la entidad empresarial, organizar, adecentar y hacer competitivo el transporte sería el logro más importante para el país, porque esto impactaría en la calidad de vida, aumentaría el salario real de los trabajadores que dedican una alta proporción de sus ingresos a ese servicio.

“No podemos permitir que las calles se sigan arrabalizando a consecuencia de una actividad desarrollada bajo un desorden mayúsculo, como si se tratase de una selva en las que no funcionan las reglas, que atenta contra el bienestar de los ciudadanos y el desarrollo de las empresas”, sostuvo.

La asociación empresarial planteó que ni es razonable que las rutas estén capturadas como propiedad exclusiva de grupos empresariales disfrazados de sindicatos ni es admisible que el Estado renuncie a sus funciones normativas y regulatorias como único dueño de los espacios públicos. 

 “Digamos todos no al miedo y enfrentemos como sociedad esa barbaridad; no merecemos algo tan indigno y atropellante”, concluyeron el presidente de la ANEIH y el Consejo de Pasados Presidentes de la institución empresarial.

Discurso de Flora Montealegre Painter, Representante Residente
Banco Interamericano de Desarrollo (BID)
Hacia un nuevo Modelo de Desarrollo Productivo
1 de diciembre 2016

Saludos protocolares (Ministro de Industria y Comercio, Temístocles Montás, etc.)

Quisiera comenzar agradeciendo al Presidente de la Asociación de Empresas Industriales de Herrera, Antonio Taveras, y a su equipo por la invitación a realizar una presentación en el día de hoy sobre un tema de gran interés del Banco y mío.

La República Dominicana ha venido consolidándose como una de las economías más dinámicas de América Latina y el Caribe. Durante la última década el país ha logrado un crecimiento promedio de casi 6% anual, el segundo más alto de la región, y con una tendencia creciente en su PIB per cápita (US$15,000 en 2015).

Gracias a ese crecimiento, y gracias a un conjunto de políticas públicas, entre las cuales cabe destacar la decisión de dedicar más recursos a la importante tarea de educar a futuras generaciones de dominicanos, el país está avanzando en el combate contra la pobreza y la desigualdad, aunque a un ritmo menor al que se esperaría dado su nivel de crecimiento.

Pero, como bien sabemos, no es solamente cuestión de lograr un alto nivel de crecimiento, sino también de hacerlo sostenible en el tiempo, y de trabajar para que los beneficios del desarrollo económico lleguen a cada vez más dominicanos, en especial a los más necesitados.

Para lograr esto, es preciso anticipar y prepararse para afrontar acertadamente las consecuencias de los acontecimientos mundiales: las fluctuaciones en los precios del petróleo o en las tasas internacionales de interés, por ejemplo; la suerte económica de los principales socios comerciales; los desastres naturales y los efectos del cambio climático; los impactos de las nuevas tecnologías.

Por eso, cuando miramos lo que está pasando en muchos países de nuestra región y alrededor del mundo, es evidente que países como la República Dominicana deben saber aprovechar los periodos de bonanza de sus economías para prepararse ante cambios desfavorables en su entorno, y tomar acciones decididas para lograr la sostenibilidad de su crecimiento.

Con esta introducción, quiero pasar a un video que preparamos para resumir los grandes desafíos que desde nuestro punto de vista debe abordar la República Dominicana en el corto y mediano plazo.

Como hemos visto, para transitar hacia un nuevo modelo de desarrollo productivo que le permita al país alcanzar un crecimiento más inclusivo y sostenible es necesario que la República Dominicana concluya con éxito el Pacto para la Reforma del Sector Eléctrico y asuma un proceso de reforma fiscal integral que le permita seguir mejorando la calidad y cobertura de los servicios de educación, salud y protección social.

Pero en línea con la temática que me fuera asignada, mi presentación se va a enfocar en el último desafío identificado en el video: la necesidad de expandir las oportunidades productivas y generar nuevas fuentes de empleo de calidad.

  

II.   Retos al Desarrollo Productivo

Si bien existen muchos retos al desarrollo productivo, incluyendo problemas de acceso al financiamiento y deficiencias en la infraestructura eléctrica, de transporte y de logística, quiero centrarme en tres retos principales.

El primero que quiero destacar es el reto de aumentar la productividad, factor que, en el mediano plazo, explica en gran medida las variaciones en el ingreso por habitante y en los niveles salariales de los trabajadores.

Una descomposición del crecimiento de la República Dominicana durante la última década muestra que la contribución de la productividad ha sido baja y heterogénea. La gran parte del crecimiento a sido resultado de la acumulación de capital físico y del crecimiento vegetativo (natural) de la mano de obra, mientras que el aporte de la calidad del capital humano ha sido bajo. Por otra parte, más del 75% del crecimiento en la última década ha estado basado en el sector no transable y el impulso del consumo.

Cómo se muestra en el gráfico, la participación en el empleo de los sectores de mayor crecimiento y productividad es baja: los dos sectores de más alta productividad y mayor crecimiento, la Minería y la Banca y Seguros, concentran menos del 3% de la población empleada, y el tercer sector de mayor crecimiento y productividad, la Construcción, aunque concentra poco más del 7% de la población empleada, presenta una tasa de informalidad del 78% de la fuerza laboral empleada.

La mayor parte del empleo (dos tercios de la población) está concentrado en los tres sectores de menor productividad, que se caracteriza por tener bajo valor agregado y mano de obra poco calificada: Agricultura, Comercio y Otros Servicios. Esto es más grave aun cuando se considera que los sectores de Comercio y Agricultura son dos de los sectores con mayores tasas de informalidad del país, 67% y 84% respectivamente.

Y los sectores productivos de alta concentración de empleo han crecido poco. Mientras que los sectores relativamente productivos (comparativamente al promedio del país), como lo son Turismo, Manufactura y Servicios Públicos, han crecido a una velocidad menor al promedio de la economía.

A largo plazo, este modelo de desarrollo no parece sostenible dado que, por un lado, implica aumentos en la demanda agregada que conducirían a mayores desbalances externos y, por otro lado, limita el desarrollo de actividades productivas de alto valor agregado, esencial para dar sostenibilidad en el tiempo al rápido crecimiento recientemente observado.

Un segundo gran reto es el de la innovación. El país enfrenta rezagos importantes en esta materia y este no es un tema menor de cara al crecimiento de largo plazo del país. Los estudios económicos demuestran que cerca de la mitad de las diferencias entre países en cuanto a niveles de ingreso y tasas de crecimiento se deben a diferencias en la productividad total de factores (Hall y Jones, 1999); y que la investigación y el desarrollo (I&D) explica hasta el 75% de las diferencias en las tasas de crecimiento de la productividad total de factores cuando se toma en cuenta el efecto de las externalidades (Griliches, 1979). Hallazgos efectuados en países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) apuntan también al hecho de que la inversión en I&D es lo que causa el crecimiento en la productividad y no lo contrario (Rouvinen, 2002). Esto se puede observar en los dos gráficos: el de la izquierda que muestra la relación positiva entre ingresos per cápita y productividad, mientras que el de la derecha muestra que los países con ingresos per cápita más altos son los que también tiene un mayor gasto en I&D.

En otras palabras, las inversiones en innovación constituyen un aporte crucial para el crecimiento a largo plazo de un país, en lugar de ser un simple resultado de ese crecimiento, por lo que deben ser una prioridad para los segmentos productivos de mayor potencial competitivo.

De acuerdo al Informe Global de Competitividad (2015-16), la República Dominicana ocupa el puesto 112 de 140 en el pilar de innovación, una posición rezagada con respecto al promedio de ALC (79/140). Otros indicadores ratifican este bajo desempeño: capacidad para innovar (92/140) y gasto de empresas en I&D (117/140; licitaciones públicas de bienes tecnológicos (78/140); número de postulaciones para patentes a través del Sistema Internacional de Patentes (PCT) por millón de habitantes (83/140), etc.

Adicionalmente, de acuerdo con el estudio Inclusión Digital en América Latina (2016), cerca del 80% de la población dominicana cuenta con cobertura de banda ancha móvil, pero no la utiliza, lo que es superior al promedio de Latinoamérica, de 57%. Adicionalmente, el costo de propiedad móvil para el 40% de la población dominicana más pobre, equivale a un 23% de sus ingresos, muy por encima de un nivel objetivo de 5%. Esto coloca a RD como el tercer país con la penetración de internet móvil más baja de Latinoamérica, con menos de 30% de la población con acceso a internet móvil. Estos datos son importantes considerando que las tecnologías de información y comunicación son hoy en día un factor fundamental para la innovación.

Pero lo que agrava más la situación es que, en RD la calidad del capital humano es baja y limita mayores ganancias de productividad. Según la última encuesta disponible para República

Dominicana, del World Business Environment Survey (WBES) de 2010, 45.8% de los empleadores reporta que sus trabajadores tienen baja capacidad técnica, mientras que 36.2% identifica que tener una fuerza laboral con una educación inadecuada es un obstáculo a la productividad. La calidad del capital humano—incluyendo las destrezas intelectuales de la fuerza laboral y las capacidades en ciencia, tecnología e ingeniería, sin duda son fundamentales para el proceso de innovación.

El gran riesgo de la situación descrita es que, de no crearse las condiciones para mejorar la calidad del capital humano, se perpetuaría un círculo vicioso que se conjuga con escasas oportunidades productivas, que vuelven a reforzar las restricciones sobre la acumulación de capital humano a lo largo del ciclo de vida del individuo.

El desafío es, por lo tanto, romper este círculo vicioso, para lo cual hay que potenciar actividades económicas de mayor productividad, mejorar la acumulación de capital humano, y fortalecer el marco regulatorio y de políticas.

Y este último es precisamente el tercer y último reto que deseo abordar: El reto de las instituciones y el ambiente de negocios: Marcos institucionales sólidos y eficaces contribuyen a reducir los costos de transacción y a eliminar restricciones a la productividad y al crecimiento. Por otro lado, mejores instituciones, por medio de intervenciones específicas en materia de política, ayudan a compensar fallas de mercado y contribuyen al mejoramiento del bienestar social y a la acumulación de capital humano.

De acuerdo al Índice de Competitividad Global 2015-2016 del Foro Económico Mundial, la Institucionalidad es el pilar en el cual el país ocupa la peor posición (puesto 118 de 140) de todos los pilares evaluados, principalmente debido al débil desempeño en aspectos relacionados con la ética y corrupción.

En tanto, el bajo desempeño del país en el Reporte Doing Business del Banco Mundial, que lo ubica en el puesto 93 de un total de 189 economías, se vincula a las deficiencias en el marco regulatorio de resolución de insolvencias de las empresas, al alto costo de la energía eléctrica, y al tiempo prolongado y alto número de procedimientos requeridos para obtener una conexión fija a la red eléctrica. En conjunto, estos resultados sugieren una debilidad en la coordinación de programas y políticas para mejorar el entorno de negocios y por ende para el desarrollo productivo.

III.   Opciones de Políticas:

En este contexto, y a la luz de los retos planteados, qué opciones de política debe adoptar la República Dominicana para transitar hacia un nuevo modelo de desarrollo productivo que le permita, no sólo mantener el ritmo de crecimiento durante los próximos 3 o 4 años, sino que sea sostenible en el tiempo, de manera que pueda duplicar su ingreso per cápita, crear un crecimiento más inclusivo y alcanzar una mejor calidad de vida, como la que exhiben países más desarrollados.

Porque para República Dominicana llegar al nivel de ingreso per cápita de un país como Corea, u otros países con PIB per cápita cerca de US$30.000, la transformación económica necesariamente será diferente que la transformación económica que le permitió duplicar sus ingresos per cápita desde el principio de los 2000s.

Ese, señoras y señores me parece a mí que es el gran desafío que enfrenta la República Dominicana y la razón para la cual se requiere una verdadera transformación productiva, sustentada en políticas que promuevan el encadenamiento productivo y la calificación laboral. Y no hay mejor momento para hacerlo cuanto se cuenta con las condiciones macroeconómicas y un contexto externo favorable.

Si miramos el gráfico en la pantalla, podemos observar la evolución de la complejidad de la canasta exportadora de Corea, por citar un ejemplo, durante los últimos 30 años, con las barras más oscuras mostrando exportaciones más complejas, y las barras más claras representando las exportaciones menos complejas.

Esta evolución que ha experimentado ese país es resultado de la implementación de una serie de políticas deliberadas y metódicas para transformar la economía, que se evidenciaron en la creación de valor en bienes competitivos.

Si miramos el caso de República Dominicana, a su lado, sin duda se puede percibir un movimiento positivo hacia una canasta de exportaciones más complejas. Sin embargo, se requiere hacer un mayor esfuerzo para continuar en esa senda de exportaciones con mayor complejidad y valor agregado, mantener un enfoque en segmentos productivos orientados hacia la demanda.

Hace aproximadamente dos años, en el BID publicamos un libro titulado, Cómo repensar el desarrollo productivo, en el cual reivindicamos la importancia de impulsar una nueva política industrial o de desarrollo productivo en la región, a la vez que enfatizamos la importancia de hacer las preguntas correctas para aplicar las políticas correctas y de no caer en los errores de la vieja política industrial que llevó a muchos estados y empresas a la bancarrota.

En ese sentido, el libro presenta un marco conceptual, sobre el tipo de intervenciones que puede hacer el Estado así como una serie de preguntas claves que los hacedores de política pueden utilizar para repensar las políticas de desarrollo productivo.

Una de estas preguntas se refiere a la importancia de que las intervenciones de políticas definan claramente las fallas de mercado que busca resolver la política para no generar peor distorsiones; las otras dos preguntas se refieren a qué tipo de instrumentos de política se pueden utilizar para resolver esa falla mercado y qué tipo de instituciones se requerirían para poder implementar eficazmente esas políticas. Con respecto a este último punto, se pone énfasis en que el diseño y aplicación de políticas de desarrollo productivo requiere de instituciones con capacidades técnicas, operativas y políticas muy sólidas para que sean eficaces y resalta la importancia de contar con un plan coordinado de acciones y de sistemas de evaluación y monitoreo en el proceso de intervención.

Paso ahora a presentar algunas propuestas que podrían ayudar al país a transitar hacia un nuevo modelo de desarrollo productivo:

En primer lugar, pienso que se debe hacer una revisión y evaluación de la efectividad de los actuales esquemas de incentivos y de los instrumentos de política de apoyo al desarrollo productivo. Una agenda de políticas de desarrollo productivo no supone necesariamente mayores gastos fiscales sino la aplicación racional y transparente de los incentivos correctos donde se necesitan. El punto entonces es que se deben encontrar ahorros recortando subsidios o incentivos que no se justifican o que no están siendo eficaces con el fin de fortalecer aquellos que sí tienen buenos resultados y abrir espacios para nuevos instrumentos prometedores, que apalanque con efectividad el crecimiento económico. Todo programa de incentivos debe contar con un buen sistema de evaluación y seguimiento.

En segundo lugar, se debe mejorar y reformar la arquitectura institucional de apoyo al sector productivo del Estado para fortalecer la coordinación, la articulación y la efectividad de las intervenciones, en particular lo relacionado con la promoción y facilitación de las exportaciones y de la inversión. Diversos estudios que hemos realizado en el BID han encontrado que existe una gran duplicidad de funciones, mandatos y competencias con una multiplicidad de sobre-posición de programas y proyectos, y dispersión de esfuerzos, etc. Se debe tender hacia la focalización y a la especialización para ser más efectivos y en la medida de lo posible desarrollar esquemas institucionales con participación pública y privada.

Alrededor del mundo y en nuestra misma región existen buenos ejemplos de esquemas institucionales para la implementación efectiva de políticas de desarrollo productivo y de facilitación de comercio. La República Dominicana tiene la oportunidad de fortalecer las instituciones y las capacidades técnicas y operativas del Estado para gestionar este tipo de políticas con conocimiento, y de manera eficiente y efectiva. El crecimiento de esta economía en los últimos años constituye un buen estímulo para la implementación de estas políticas

En estos momentos, estamos concluyendo un trabajo coordinado con la Asociación de Exportadores (ADOEXPO) y la Mesa de Exportaciones con una propuesta muy concreta e interesante para el fortalecimiento de las instituciones de facilitación del comercio y la inversión. También contamos con recursos de cooperación técnica que hemos puesto a la disposición del Ministerio de la Presidencia para fortalecer el marco institucional de apoyo al desarrollo productivo. Esta iniciativa puede servir de modelo para la coordinación interinstitucional y una mayor interacción entre los sectores público y privado.

En tercer lugar, se debe adoptar un enfoque sistémico para la transformación productiva mediante el desarrollo e implementación de una nueva Estrategia de Desarrollo Productivo. La estrategia se podría enfocar en estimular la innovación y el desarrollo tecnológico de las empresas, el crecimiento de nuevos sectores exportadores de mayor valor agregado, y la facilitación de encadenamientos productivos. Debería ofrecer una visión unificadora para el desarrollo del sector productivo, identificar sectores con potencial exportador y de inserción en cadenas globales de valor, y ayudar a guiar las acciones de las diversas entidades de apoyo al desarrollo productivo, para lo cual la Estrategia deberá contar con un plan maestro de ejecución y promoción.

Finalmente, es clave que en esta Estrategia se priorice el fomento a la capacitación laboral para la innovación y la competitividad, mejorando la vinculación entre el sector empresarial y la formación técnico-profesional, donde los empleadores tengan un rol central en la determinación de los contenidos del currículo, la fijación de estándares de calidad para el sector/industria, el método de evaluación y la certificación requerida por el sector. Clave también es fortalecer la oferta de recursos educativos y de capacitación en el desarrollo de competencias para las tecnologías de información y comunicación (TICs).

Los dominicanos y dominicanas, padres y madres de familia, adolescentes y jóvenes aspiran a mejores trabajos y mejores salarios. Algunos aspiran a ser emprendedores como los jóvenes del Instituto Tecnológico en el Parque Cibernético de Santo Domingo, que están diseñando una impresora 3D de bajo costo que quieren colocar en las escuelas públicas del país. O como la joven emprendedora Paola Santana, quien concibió la idea de utilizar drones para entregar medicina a comunidades en zonas rurales y está trabajando con nosotros en un proyecto con ese propósito en San Juan de la Maguana.

Construir un país que ofrezca este tipo de oportunidades para todos debe ser la aspiración de un nuevo modelo de desarrollo productivo y la inspiración que motive un cambio en la forma de pensar el desarrollo del país.

¡Muchas gracias!

Tertulia de Herrera

Para evitarlo, convoca a reinventar el modelo de crecimiento, hacer del Estado un árbitro competitivo, transparente y justo, a transformar las empresas que agotaron ya su ciclo vital y a jugar un rol ciudadano más responsable.

SANTO DOMINGO. La República Dominicana está compelida a reinventar su modelo de desarrollo productivo o podría quedar a pesar del alto crecimiento relativo que experimenta la economía en los últimos años en la fila de los países más rezagados y pobres de América Latina en las próximas décadas.

La advertencia fue hecha por el presidente de la Asociación de Empresas Industriales de Herrera y Provincia Santo Domingo,INC., -ANEIH-, durante la tertulia de la entidad con la participación como oradores del Ministro de Industria y Comercio, Ing. Temístocles Montás y la representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Licda. Flora Montealegre.

El empresario Antonio Taveras Guzmán proclamó, al pronunciar las palabras de apertura del evento, que para ese cambio se requiere una coordinación de responsabilidades entre Gobierno, empresarios, ciudadanos en una nueva visión que ponga la mira central en el desarrollo en las exportaciones, al tiempo que se relanzan los sectores generadores de divisas como turismo, zonas francas y remesas.

Advirtió que un elemento fundamental para crear esa ruptura es la ejecución de una “Revolución Fiscal” que permita financiar el desarrollo con el aporte de los ciudadanos y ciudadanas mediante un aumento de la presión tributaria, al tiempo que se ejecuta una reforma institucional profunda que lleve a un manejo eficiente y racional del gasto.

En la tertulia, bajo el título “Hacia un Nuevo Modelo de Desarrollo Productivo en República Dominicana”, el presidente de la ANEIH planteó la nueva visión del desarrollo productivo y social, “debe descansar en una fuerte sinergia común entre el Estado, el sector privado y la sociedad organizada, donde cada actor cumpla con su rol”.

Dijo que el Estado requiere una gran reingeniería a nivel del gobierno y sus agencias, para que las políticas públicas puedan ser llevadas a cabo con efectividad, transparencia y rendición de cuentas permanentes, indicando que las políticas populistas y clientelares desfavorecen el crecimiento sostenido, con equidad en la distribución del ingreso.

Al referirse al rol de los empresarios, los conminó a reinventar las empresas cuando éstas han dejado de ser competitivas o han cumplido un ciclo vital. Añadió que hay que dejar atrás la visión empresarial que solo se dedica a maximizar sus riquezas, amparándose en los gobiernos y funcionarios que solo buscan rentas, olvidando la responsabilidad social.

“Los ciudadanos y ciudadanas dominicanas deben entender que tienen que ser parte activa de estos cambios que proponemos, porque finalmente son ellos los beneficiarios directos. Debemos aumentar el capital social y construir permanentemente ciudadanías que puedan exigir derechos y cumplir deberes”, subrayó.

El dirigente empresarial aseguró que, de esa manera, se rompería la relación asimétrica entre crecimiento y desarrollo, que convierte a la República Dominicana en una de las sociedades más desiguales de América Latina y de menor movilidad social

“El modelo de desarrollo productivo luce hoy agotado e incapaz para enfrentar los grandes retos y desafíos que nos presenta un mundo y una economía global”, apuntó.

 

Plantea que si el Gobierno insiste en mantener la medida a capa y espada, a las pequeñas y medianas empresas suplidoras del Estado se les debe descontar el ITBIS al momento en que las entidades públicas liquidan las facturas, como forma de mitigar los problemas de liquidez de estas unidades productivas.

 

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La Asociación de Empresas Industriales de Herrera y Provincia Santo Domingo, INC., -ANEIH- consideró que si en definitiva el Gobierno mantendrá la imposición de cobrar el 50% del ITBIS adelantado en Aduanas, debe aplicar alternativas para que las medianas y pequeñas empresas no naufraguen en términos financieros.

El presidente de la entidad empresarial, Antonio Taveras Guzmán, hizo el planteamiento al proponer una fórmula que, desde su punto de vista, mitiga el impacto de esa medida fiscal en el flujo de caja del sector que más aportes en empleos hace a la economía de la República Dominicana.

“Si el Gobierno mantendrá a capa y espada la defensa de una medida tan dañina para el sistema productivo, entonces debería disponer que a las Pymes suplidoras del Estado se les descuente el ITBIS al momento en que las entidades públicas liquidan las facturas”, sugirió el dirigente empresarial.

Insistió, sin embargo, que lo ideal sería dejar sin efecto el cobro anticipado del 50% del ITBIS en la Dirección de Aduanas.

A juicio del presidente de la ANEIH,  la alternativa que presenta es una medida de tipo administrativo para preservar la salud financiera de las Pymes que no requiere un cambio de legislación y que, probablemente, apenas necesite alguna norma de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) o un decreto del Poder Ejecutivo.

Señaló que una medida similar, ajustada al mercado privado, habría que tomar ante las ventas que se realizan a grandes empresas y almacenes que, con suerte, pagan las facturas a los 90 o 120 días, otro factor que yugula liquidez de las Pymes.

Taveras Guzmán recordó que pagar el 50% del ITBIS adelantado en Aduanas antes de iniciar el ciclo productivo y hacerlo de nuevo en la DGII en un plazo de alrededor de 20 días con el producto terminado y facturado, aunque no cobrado, representa “un doble golpe a la liquidez de las Pymes.”

Dijo que esa ecuación dificulta el cumplimiento de los deberes tributarios y, por supuesto, expone a las Pymes a moras, multas y, para evitar ser clausuradas por la DGII e incumplir sus compromisos con suplidores y empleados, “tendrían que hacer magias o simplemente  despedir a los empleados y cerrar.”

Anticipa cierre de empresas pequeñas por falta de liquidez

Lamenta que se insista en tomar medidas que sólo constituyen “palos a ciegas,”  que destruyen empleos y riquezas, mientras se aplaza la reforma fiscal e institucional en forma estructural y profunda.

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La Asociación de Empresas Industriales de Herrera y Provincia Santo Domingo, INC., -ANEIH- consideró inaceptable pensar que el pago del 50% adelantado del ITBIS en la Dirección de Aduanas no tendrá grandes impactos negativos en las pequeñas y medianas empresas.

El presidente de la entidad, Antonio Taveras Guzmán, resaltó que tiene serias preocupaciones respecto a la sostenibilidad fiscal futura del país, pues –desde su óptica- el gobierno “está dando palos a ciegas por no atreverse a plantear seriamente una gran reforma fiscal, acompañada de reformas institucionales profundas y estructurales”.

Afirmó que “el fatal desenlace de esta medida” será la descapitalización del tejido empresarial que más empleos genera en la economía, contribuyendo con un aporte importante al Producto Interno Bruto (PIB), a la estabilidad macroeconómica y a la paz social.

“Queremos hacer un llamado al gobierno del Presidente Danilo Medina para que reflexione sobre la medida de cobrar el 50% del ITBIS por adelantado en las aduanas, a las materias primas y a las maquinarias, porque esto pudiera frenar el avance de las pymes,  que son una parte fundamental de la estrategia de su propio Gobierno”, dijo el dirigente empresarial.

Definió como penoso que no se quiera entender que será tremendamente afectado con esta medida el sector industrial, el cual transforma las materias primas y agrega valor, para obtener un producto final que eleva las riquezas del país, contribuye al crecimiento del empleo y ayuda a  mitigar la pobreza.

“Con esta medida muchas pequeñas empresas se descapitalizarían, pues pagarán un ITBIS por adelantado que con suerte recobrarían en 6 meses, pero, peor aún, pudiéramos estar asistiendo a una destrucción de riquezas y de empleos, en un país con tanta delincuencia”, señaló Taveras Guzmán.

Aseguró que mantener la medida aumentará el desempleo debido a que muchas empresas medianas y pequeñas que tienen problemas de liquidez tendrían que cerrar. “También sería una medida inflacionaria, puesto que muchas empresas, con el fin de sobrevivir, podrían traspasar este costo al producto final”, dijo.

Al insistir en que la mejor salida es una reforma tributaria profunda, en lugar de medidas fiscales aisladas, dijo que en estos momentos existe consenso en todos los sectores sobre la necesidad de  reorganizar la fiscalidad, hacerla más equitativa.

Asimismo, corregir distorsiones  para permitan aumentar la presión fiscal de manera sostenida para financiar un nuevo modelo de desarrollo productivo en el país, aumentando las riquezas, multiplicando los empleos y la movilidad  social.

“Pedimos a los ciudadanos no escuchar los cantos de sirenas financieras que sólo traen pobreza y destrucción”, argumentó la ANEIH.

SANTO DOMINGO, República Dominicana. La Asociación de Empresas Industriales de Herrera y Provincia Santo Domingo -ANEIH- apoyó la posición de Pro Consumidor de no registrar el contrato de adhesión de una entidad que ofrece micropréstamos a 365% anual e instó a la entidad gubernamental a actuar firme contra todo tipo de usura.

El presidente de la entidad, Antonio Taveras Guzmán, dijo que la empresa Vivus S.R.L. intentó formar parte de la membresía de la asociación, pero le fue impedido porque la naturaleza del negocio que realiza “colide con la filosofía y el discurso histórico herrerianos.”

“A esta entidad no le fue admitido un patrocinio que quiso hacer para una actividad pública de nuestra asociación por entender que con la aceptación de esto estaríamos traicionando los principios de la institución y comprometiendo el buen nombre de sus líderes”, sostuvo Taveras Guzmán.

El dirigente empresarial reclamó un marco legal fuerte que castigue las operaciones financieras usureras y los formatos de pirámides, sin importar de donde provengan y pidió la alineación en este propósito del Banco Central, la Junta Monetaria, las superintendencias de Bancos, Valores, Seguros y Pensiones.

Asimismo, favoreció la revisión de la Ley de Pro Consumidor para conferir el mayor grado de potestad a esa institución a fin de enfrentar con aplicación de consecuencias drásticas las prácticas usureras, que no sólo engañan a la gente, sino que convierten en basura su historial de crédito.

El presidente de la ANEIH dijo que los llamados “préstamos rápidos” de entidades desreguladas están creciendo en todo en el mundo y que en varios países, como en España, han encontrado el rechazo de las asociaciones de consumidores.

“Abundan los testimonios de ciudadanos que, ilusionados por el dinero fácil, han aceptado préstamos rápidos bajo contratos confusos, ambiguos y malintencionados, y terminan pagando cara la aventura”, señaló Taveras Guzmán.

Advirtió que donde quiera que exista dinero fácil y la oferta de grandes rendimientos, fuera de las leyes y las regulaciones, mucho mayor es el riesgo para los agentes económicos. “Pedimos a los ciudadanos no escuchar los cantos de sirenas financieras que sólo traen pobreza y destrucción”, argumentó.

 

En los escenarios de debate de los grandes temas de la economía, la industria ha aumentado su presencia.

Es una opinión que ha ganado influencia, en el panorama empresarial dominicano, tanto por la defensa de los intereses de sus asociados, como por los aportes que hace a los grandes temas de la economía. Cada día más consultada en el sector privado y más escuchada en las esferas gubernamentales, la Asociación de Empresas Industriales de Herrera y Provincia Santo Domingo es una voz de poder en la economía nacional.

El nuevo titular de la DGII, Magín Díaz, acaparó la atención mediática cuando señaló en un evento empresarial que la evasión fiscal en el país tenia signos alarmantes. Pero antes, la ANEIH ya había alertado sobre el tema: su Presidente calificó la situación como de “catástrofe fiscal” y surgida no solo de la evasión, son de la unión de esta y la elusión, causantes ambas de un enorme hoyo en las finanzas estatales.

Pensando en la austeridad que exige la situación fiscal, la ANEIH propone elaborar el Presupuesto de 2017 con los mismos ingresos de este año, pero incorporándole un recorte a los gastos. También participa en 
las discusiones del Pacto Eléctrico y con propuestas que causan debate como la de convocar una licitación internacional para la administración de las plantas a carbón de Punta Catalina y que ese proyecto emita acciones en el mercado de valores local.

La Asociación quiere tener opinión respecto de los temas de coyuntura, como el de la competencia, campo en el que pidió al Presidente Medina a impulsar un régimen que elimine las practicas anticompetitivas como el monopolio y las colusiones.

En materia cambiaría, la ANEIH sostiene que hay una enorme debilidad que lleva a que, periódicamente, se registre en la economía un déficit de divisas para el pago de las importaciones. No prevé al efecto una salida rápida, sino un cambio de fondo en la mentalidad comercial, para que el país genere los dólares que necesita.
Y al tocar ese tema, la agremiación se lanza a analizar el punto de las exportaciones dominicanas.

Definir una oferta exportable nacional es el primer paso en ese sentido. Quizá ya otras asociaciones empresariales han opinado en igual sentido, pero la ANEIH hace notar que esta es la coyuntura adecuada para emprender esa tarea, porque en la economía confluyen dos factores propicios: la paulatina inserción del país en el mercado global y la estabilidad política.
Hay otra diferencia en la postura de la ANEIH sobre el énfasis exportador que debe tener el país: no se limita a pedirle acción al Gobierno, sino que cree que es el sector privado el que debe tomar la iniciativa.
Esa presencia en los grandes temas es lo que le ha conferido a la Asociación un rol influyente. Desarrolla en ese sentido una gestión de estilo más participativo, que el tradicional de aquellos entes limitados a convocar eventos sociales y premiar a funcionarios del Estado.

La Asociación de Empresas industriales de Herrera y Provincia Santo Domingo (ANEIH) es el primer gremio empresarial dominicano certificado bajo la norma de calidad internacional ISO 9001:2008. Sus orígenes se remontan a 1971, como gremio multisectorial sin fines de lucro, a raíz de la creación de la zona industrial de Herrera.

 

LOS TEMAS DEL SECTOR:

Energía: Los industriales son protagonistas del sector como grandes consumidores.

Tributación: Cualquier idea de un pacto fiscal debe incluir las consideraciones de la industria, como gran contribuyente.

Sector externo: La búsqueda de mercados internacionales debe tener como una de sus prioridades la promoción de la oferta de bienes exportables industriales.

Importaciones: Los acuerdos que el país adopte para ingreso de bienes externos deben tener en cuenta la opinión industrial sobre política arancelaria.


Dos puntos de vista para tres temas

Temístocles Montás Ministro de Industria y Comercio

Antonio Taveras Presidente de la ANEIH

Llego a la cartera comprometido con la idea de promover el comercio en República Dominicana.

El sector empresarial esta preocupado por el clima que impera en la economía del país.

Inversión

1.-La ley de inversión extranjera aportó a que República Dominicana
se convirtiera en el principal destino
de capitales externos en la región del Caribe, superando a Costa Rica y Trinidad y Tobago.

1.-La aceleración del ritmo en la generación de divisas significó un incremento de un 29.5% de la inversión extranjera directa, que aumentó de US$447 millones a US$580 millones durante el primer trimestre de este año.

Crecimiento

2.-El año pasado el crecimiento económico dominicano fue superior al
de China, lo que demuestra que nuestra economía es la más sólida de la región y lo importantes que son las políticas que se ponen en marcha.

2.-El comportamiento de la economía en nuestro país ha sido muy favorable entre 2010 y 2015, favorecido por los ingresos por turismo, que han crecido 47% en cinco años, al pasar de US$4,163 millones en 2010 a US$6,117 millones en 2015.

Desarrollo

3.-Alrededor del 56% del producto Interno Bruto del país lo generan empresas con menos de cinco trabajadores y originan, además, el 68% del empleo. Hay que poner en marcha políticas de desarrollo productivo.

 

3.-Los números positivos que siempre indica el Banco Central no se traducen en el bienestar general de la población, afectada por la inequidad, la concentración del ingreso y las escasas oportunidades para todos.